El Barça empieza con estrés
Los de Xavi debutan ante el Rayo con todos los fichajes inscritos salvo Koundé. Lewandowski es la gran atracción del estreno en el Camp Nou. El equipo madrileño sueña con una nueva hazaña.
El frenético verano del Barça, capaz de reconstruir su plantilla de una manera casi mágica en medio de un mapa económico indescifrable y desesperado, no podía terminar sino con una situación límite más, la de la inscripción de sus fichajes a horas del debut liguero de la temporada 2022-23 contra el Rayo Vallecano (sigue el partido en directo en As.com). El 22 de mayo, nada más terminar el último partido de Liga contra el Villarreal (0-2), Xavi miró hacia arriba: “Llega el trabajo de los despachos”. Pues lo han hecho. Aunque haya sido a base de palancas, Laporta ha sido capaz de inyectarle más de 800 millones de euros a las maltrechas cuentas del Barça gracias a hipotecar el 25% de sus derechos de televisión los próximos 25 años; y a vender el 49,5% de su material audiovisual, el Barça Studios, en dos tandas. Mateu Alemany también ha hecho lo suyo y le ha entregado al técnico cinco jugadores de primer nivel: Kessié (libre), Christensen (libre), Lewandowski (45 millones), Koundé (50) y Raphinha (58). Eso, más la continuidad de Dembélé, jugador al que se daba por perdido y que se ha convertido en el MVP de la temporada. Salvo sorpresa, y a excepción de Koundé, para quien aún deberá liberar masa salarial (será más sencillo porque ya pueda fichar acorde a la regla del 1/1) el Barça inscribirá al resto de sus fichajes y podrán debutar esta noche.
El Barça se presenta en LaLiga no como favorito (es el Madrid, advirtió Xavi), pero sí como candidato con pólvora, después de una pretemporada ilusionante en la que ganó el Clásico de Las Vegas (0-1), arrasó al Inter Miami (0-6) y al Pumas (6-0), derrotó al Red Bull NY (0-2) y sólo se dejó un empate contra la Juventus (2-2). Ahora, pues, le toca a Xavi, que debuta contra un Rayo que también merece espacio y atención. Después de un brillante regreso a Primera, semifinales de Copa incluidas, Iraola se desmarcó de las elecciones del Athletic y prefirió continuar su trabajo en Vallecas. Presa le ha traído a tres jugadores experimentados (Diego López, Lejeune y Salvi) y una promesa, Camello. Pero aún espera cuatro más, entre ellos un hijo pródigo, Diego Costa. Su once está cantado y sueña con repetir la gesta del curso pasado, en la que el Rayo precipitó el adiós de Koeman (el holandés fue despedido tras la derrota en Vallecas) y ganó al Barça de Xavi en el Camp Nou más de dos décadas después. “Salen como aviones”, ha advertido el técnico, que teme las galopadas de Álvaro, el fútbol de Trejo y la pegada de Falcao.
Los ojos se van a muchos sitios en el caluroso estreno en el Camp Nou. La mayoría, claro, a Lewandowski, que ha marcado en sus últimos siete debuts ligueros con el Bayern. Pero no sólo al polaco, que devuelve al Barça a la escena mundial. También al volcánico Raphinha, una de las sensaciones de la pretemporada que ha formado una pareja explosiva con el refichado Dembélé. El verano del francés es una de las pruebas de que el fútbol es un fabricador memorable de ilusiones y de que un nuevo Barça era posible.