El Barça, ante una tormenta perfecta

Como en tantas otras veces a lo largo de su historia, el FC Barcelona se encuentra en medio de una tormenta perfecta. En muchas ocasiones, el equipo es lo que sostenía al club y en otras era a la inversa, pero en estos momentos se hace realmente difícil encontrar una pata que pueda dar sostén y estabilidad a la entidad. Los problemas no cesan de crecer y la derrota en la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid no ha hecho más que agravarlos.

Las caras de Xavi Hernández y Joan Laporta eran de absoluta preocupación después del fiasco en Arabia Saudí. El entrenador y el presidente siempre han hecho gala de un gran optimismo, que a veces roza lo patológico, pero éste parece haberse acabado por mucho que Xavi siga diciendo que se ve capaz de revertir la situación y que todavía quedan tres títulos en juego o que el mensaje desde el club siga siendo de confianza absoluta en el entrenador. El proyecto está tocado.

Deportivamente, existen muchas dudas acerca de las posibilidades de éxito del equipo. Ya se ha perdido un título, en LaLiga se está lejos del liderato y el calendario en esta segunda vuelta es terrorífico para el Barça. A día de hoy, suena a broma pensar que se puede ganar la Champions, así que lo mejor sería apostarlo todo a la Copa del Rey, donde Real Madrid o Atlético, los otros principales candidatos, uno de los dos caerá esta misma semana.

Xavi sigue insistiendo que esta temporada se está jugando mejor que en la anterior pero la realidad lo desmiente. El equipo es peor ofensivamente y, sobre todo, defensivamente. El Barça que ganó el título el año pasado era mucho más competitivo, sólido y solidario. Hay jugadores muy lejos de su mejor forma (Araújo, Koundé, Lewandowski, Pedri...) y encima se ha perdido a Gavi, el corazón del equipo.

Un debate que va creciendo

Xavi quiere fichar pero sabe que el club no puede. Ni él ni Deco, el director deportivo, lo esconden. Este es otro de los grandes problemas que acechan al FC Barcelona actual. El club sigue intentando hallar soluciones a su maltrecha economía resucitando viejas palancas (la reventa de un porcentaje de Barça Vision), estudiando la posibilidad de romper con Nike y firmar con Puma o otra marca deportiva que les dé más dinero o enviando al presidente por el mundo buscando nuevos patrocinios que permitan, ya no solo fichar, sino rebajar deuda y cumplir con el presupuesto aprobado por los socios, que ya contempla beneficios sin palanca alguna.

El pago fallido de Libero (el Barça se ha querellado por el impago), que debía pagar 40 millones de euros, y el riesgo que supone tener en los libros un activo valorado en unas cantidades que parecen irreales a día de hoy, ha vuelto a poner encima de la mesa un debate que parecía estar en hibernación: el del modelo de propiedad del club. Joan Laporta ha sido siempre muy tajante en este punto, la propiedad de los socios no se discute, pero el runrún ya está en los medios y personas relevantes del entorno del club, como Jaume Roures o Evarist Murtra, ya se están pronunciando en entrevistas y artículos de opinión, como por ejemplo en La Vanguardia del pasado domingo.

La oposición se mueve

A todo esto, la oposición está empezando a asomar la cabeza. Después de perder la final de la Supercopa, Victor Font, segundo en las elecciones y jefe de la oposición, por decirlo de alguna manera, volvió a ser muy crítico con la forma de gestionar el club de Joan Laporta y pidió una “refundación” para profesionalizar y modernizar la entidad.

Las apariciones públicas del empresario de Granollers desde que perdió las elecciones han sido escasas y siempre con cierta voluntad constructiva pero lo cierto es que cada vez está saliendo más a dar su opinión, especialmente en temas financieros y de gobernanza. Lo hizo para presentar su visión de la economía del FC Barcelona justo después de la Asamblea de Compromisarios, en alguna entrevista y empezó el 2024 criticando a la directiva por el fracaso de la operación con Libero y el riesgo que eso podía suponer para la entidad.

Además, claro está, de los movimientos que siempre existen alrededor del FC Barcelona. Ya se ha publicado (lo sacó SPORT) que algunos empresarios, preocupados por la situación del club, han tanteado a Joan Camprubí Montal, nieto y bisnieto de expresidentes del Barça, para encabezar una candidatura a la presidencia cuando se convoquen las elecciones.

El peligro de la desilusión

Uno de los grandes peligros para el FC Barcelona es que su masa social se baje del barco y empiece a cundir el desánimo. Las asistencias en el Lluís Companys cada vez son menores y en algunos partidos han aparecido algunos tímidos silbidos por el mal juego del equipo.

Joan Laporta acertó cuando la temporada pasada afirmó que una de las cosas que más felicidad le daba es haber devuelto la ilusión al socio azulgrana, pero no es infinita. La temporada en la que los seguidores pedían un salto de calidad al equipo que minimizara el esfuerzo del traslado a Montjuïc no se ha dado.

El equipo todavía está a tiempo de reaccionar y la afición no los dejará solos pero noches como la de la final de la Supercopa de España no se pueden repetir. Los seguidores están esperando, como Xavi, ese punto de inflexión que todos los barcelonistas deseaban que llegase en Arabia Saudí, como en la temporada anterior. Pero pasó todo lo contrario y el FC Barcelona está metido de lleno en el ojo del huracán.