El lastre que se quita el Atleti
La salida definitiva de João Félix alivia al club. También el contrato de Saúl, Hermoso o la renovación de Koke. Más allá de fichajes, se apagaron fuegos.
El culebrón de cada verano en el Atlético ha llegado a su fin. Más allá de los fichajes, de conseguir lo que parecía un imposible con Julián Alvarez, sudar la gota gorda por Gallagher, firmar a Le Normand como campeón de Europa, a Sorloth... El mayor alivio en el club ha llegado en las salidas. Desenquistar el caso João Félix después de varios mercados donde suponía una preocupación y un foco desagradable para todas las partes.
Desde hace tiempo, ni João Félix quería vestir la rojiblanca ni Simeone tenerle a sus órdenes. Las cesiones se convirtieron en el parche, pero como un bumerán, el problema siempre volvía. Tras su préstamo en el Chelsea durante la segunda mitad del curso 2022-23, tuvo que iniciar la pretemporada de rojiblanco. El club londinense no siguió contando con él y el Barcelona se convirtió en su deseo y su destino muy al final del mercado... hasta tener que volver este verano a la disciplina colchonera. Y viajar a Hong Kong, a Suecia, a disputar los amistosos...
Y, aunque conllevase la ruptura de las negociaciones con el Chelsea por Samu Omorodion y se retrasase el fichaje de Gallagher, el Atlético se siente aliviado por acabar certificando la salida definitiva de João Félix al Chelsea por más de 50 millones. Cifra muy alejada a los 127 invertidos, pero que resuelve de una vez un culebrón que tenía visos de repetirse como el día de la marmota. No estar pendientes de la revalorización o devaluación del futbolista (siempre más lo segundo), de sus declaraciones en los parones, antes de los enfrentamientos directos, las indirectas de todas las partes...
Bajada salarial
Quitarse un sueldo importante y amortizar lo que restaba por pagar por el fichaje más caro en la historia del Atlético. João Félix dijo un adiós definitivo (con una Liga bajo el brazo, pero sin cumplir las expectativas) para no volver. Y deja paz. Pero no solo el portugués ha supuesto un alivio en el apartado económico. Saúl era otro caso enquistado tiempo atrás. Con un sueldo en el podio de la plantilla y un protagonismo cada vez menor. Con contrato hasta 2026, el Atlético sigue pagando buena parte de su salario actual en esta temporada, pero se ahorrará su último año de contrato (unos 15 millones brutos). Al Sevilla ha llegado para ser un líder, aunque la sanción que arrastraba en la primera jornada desde el curso pasado y la roja directa y dos partidos de sanción por decirle a Muñiz Ruiz “eres malísimo” le mantiene sin poder sumar minutos. García Pimienta le considera un imprescindible. Lo que ha jugado lo ha hecho a gran nivel. Saúl busca reencontrarse.
Dos casos que parecían con muy complicada resolución y se han conseguido solventar. Las salidas de Hermoso, Morata, Memphis o Savic también rebajan una masa salarial completamente disparada hasta entonces. La renovación a la baja de Koke, como la anterior de Griezmann o Simeone, también relaja el problema. Se intentó con Lemar, pero el francés continúa en la plantilla. Un verano de apuesta económica en los fichajes, pero también de reducción en los salarios. El inicio de un cambio de ciclo que todavía tiene trabajo por delante y el final de varias patatas calientes que dejan una sensación de alivio enorme en el club rojiblanco. El próximo verano volverá a ser movido, especialmente en el centro de la defensa (Lenglet finaliza cesión, Azpilicueta y Witsel contrato), pero sin tener que repetir los grandes culebrones de los últimos años.
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