El Atleti agota las camisetas contra el gafe
El Atlético jugará con sus colores en Cádiz lo que es la cuarta camiseta distinta en los últimos cuatro desplazamientos del equipo rojiblanco.
Las últimas que pueden contarlo son dos sillas. Esas que Simeone se encontró ayer en la sala de prensa del Cerro del Espino antes de sentarse a hablar ante los medios del Cádiz-Atlético. Las miró, las observó, las calibró y decidió. No es al azar seguro. Nada en el Cholo lo es. Un cabalista (palabra que se utiliza en Argentina para decir supersticioso) de aúpa. En esa misma rueda de prensa, se escuchó al entrenador decir esa frase que siempre dice, en todas: “Llevaremos el partido adonde podemos hacer daño”, como una muletilla que acompaña sus previas. “Es el cuerpo técnico más supersticioso que he visto en la historia del fútbol, nunca vi nada igual. Teníamos un protocolo al salir del hotel, en el autobús y hasta el momento del partido”, confesaba en 2021 Guilherme Siqueira en una entrevista en ESPN Brasil al respecto. “En el autobús tenía que sonar siempre la misma lista de música. También en el vestuario. Cuando regresábamos del calentamiento, Simeone siempre estaba golpeando una pelota con la mano contra el suelo y antes de hacer el círculo, él le daba el balón al capitán, el capitán hacía lo mismo y así tenía que ser, no podía cambiar... Me llevó un tiempo asimilarlo, cuando llegué solo miraba lo que podía y lo que no podía...”, ponía como ejemplo. Ante el Cádiz, además de esas sillas, también estará la camiseta.
Al Atleti se le ha ido la lucha por la Liga fuera de casa. Eso es tan obvio que solo hay que coger la clasificación para ver un 6 en el número de derrotas a domicilio (en 13 partidos, más tres empates) y la lista de resultados de los últimos encuentros fuera: todo un desastre. El verde claro de su tercera camiseta era, hasta ahora, la elegida para jugar a domicilio, pero las derrotas se han ido acumulando entre sus fibras hasta hacerse casi insoportable. Al menos casi insoportable para un cabalista como Simeone. La última vez que el Atlético vistió de verde fue hace 18 días, en San Siro.
Y perdió. Lo que sigue podría tener banda sonora, cómo finaliza el relato de Siqueira en aquella entrevista. “Había de todo en la playlist. Reggaeton, música española, latina, pero siempre era la mismo pen drive. Y ay de cualquiera que quisiera cambiar la música. Un día el sonido se paró y Simeone se quedó loco, parecía que era ya el 1-0 en contra y gritaba ‘¡pon la música!’ Yo decía ‘cálmense, somos nosotros los que salimos al campo’...”.
Cuatro camisetas distintas
Dos partidos más han seguido para los del Cholo a domicilio y en los dos ha vestido una camiseta distinta a esa y a su rojiblanca, agotando los colores que vestir para derribar el gafe. El 23 de febrero, el día antes de viajar a Almería, el club anunciaba una cuarta equipación, azul marino en homenaje a la noche de Madrid. Los del Cholo la llevaron en Almería (rojiblanco clásico, como el Atleti, lo que obligaba al verde) pero tampoco dio demasiada suerte: no perdieron ante un equipo que no ha ganado aún en esta Liga pero tampoco ganaron. En el siguiente partido, ante el Athletic, también rojiblanco, tampoco vistieron de verde sino que recuperaron su segunda camiseta, mitad blanca-mitad azul, que no vestían desde el final de la temporada pasada.
Pero tampoco.
Esta tarde en Cádiz, de amarillo, jugarán del rojiblanco habitual para respiro del Cholo, un entrenador que no repite hoy si juega en una ciudad en la que la última vez perdió (en Vila-real, por ejemplo, ya agotó todas las opciones; cuando el Atleti juega frente al Villarreal la expedición rojiblanca ahora se aloja en Valencia). Un rojiblanco que puede vestir cuando los colores del rival lo permiten y que sigue guardando el verde en el armario (aunque con la rojiblanca perdieron la temporada pasada en Cádiz, 3-2). Camiseta del Atleti invencible de casa (en Liga ha sumado 40 puntos de 42 posibles, cediendo solo un empate ante el Getafe) en realidad tampoco asegura nada: de las seis derrotas ya en Liga de los dos Cholo, en la mitad de ellas vestía de verde (ante Valencia, Athletic y Girona en Mestalla, San Mamés y Montilivi) y, en la otra mitad, de rojiblanco (Las Palmas, Barcelona y Sevilla en el estadio de Gran Canaria, Montjuïc y Pizjuán).