El antídoto contra Benzema está en Zubieta

Imanol Alguacil tiene en casa el antídoto para frenar en el Reale Arena a Karim Benzema, que llega después haber logrado un hat-trick en la última jornada de liga contra el Almería, colocándose a sólo dos goles de Levandowski en la pelea por ser el máximo goleador de la presente temporada liguera. El antídoto es el formado por una de las parejas de centrales más solventes de LaLiga, la que forman dos jugadores formados en Zubieta, Igor Zubeldia y Robin Le Normand, que están a un nivel superlativo, como demostraron la semana pasada en las dos salidas que tuvo la Real Sociedad, en el Benito Villamarín y El Sadar, de dónde regresaron sin recibir un solo gol. Evidentemente, a ellos hay que añadir la inestimable colaboración entre los tres palos de la portería de Alex Remiro, que vuelve a sumar en el presente curso 21 porterías a cero, a una solo de su récord, que es al mismo tiempo la mejor marca del club donostiarra.

Con Remiro, Zubeldia y Le Normand forman un eje defensivo a prueba de bombas, algo que ya se encargaron de demostrar en la primera vuelta en su visita al Santiago Bernabéu, donde sufrieron lo indecible para dejar su portería inédita, pero consiguieron regresar a Donostia con un meritorio empate. Ahora, reciben al Real Madrid después de conseguir tres partidos seguidos sin recibir un solo gol, gracias a lo que ha logrado sumar siete de los últimos nueve puntos en juego. El eje defensivo de la Real ha logrado esta temporada el equilibrio perfecto entre dos jugadores que aportan las mismas dosis de energía, solidez, solvencia, colocación y agresividad. Ambos se complementan a la perfección, a pesar de que ninguno de los dos es zurdo. Es Le Normand el que actúa en esa posición de central por la izquierda. Ha coincidido en el 90% de las alineaciones del equipo donostiarra. La mayoría de veces que Imanol ha tenido que prescindir de su seguro de vida defensivo es porque uno de los dos ni ha podido jugar por lesión o por sanción.

Le Normand ha jugado 35 partidos hasta el momento, 33 como titular y 32 completos. Lleva jugados 2.974 minutos, un poco lejos de los más de 4.000 minutos de la pasada temporada, porque en septiembre tuvo que perderse unos cuantos partidos por lesión. Esta espectacular regularidad, que se une a la que ya traía de serie de anteriores temporadas en las que su nivel no ha parado de crecer, ha llamado la atención del cuerpo técnico de la Selección Española, que le ha convencido para tramitar su nacionalización y pasar a ser seleccionable por Luis De la Fuente, el nuevo seleccionador español. Los trámites están en vías de cerrarse para que pueda estar en la siguiente convocatoria. Ya hace un año intentaron que diera ese paso, pero entonces Le Normand albergaba alguna esperanza de que en Francia se acabaran fijando en él. Deschamps, sorprendentemente, ha pasado literalmente del jugador de la Real, que jugará con España más pronto que tarde.

Igor Zubeldia también destaca por su regularidad. No se ha perdido ni un partido por lesión y sólo ha descansado cuando las sanciones le han impedido jugar. Ha jugado 33 partidos, 30 de titular y 28 completos. Suma 2.706 minutos. Y eso que desde hace un tiempo arrastra unos problemas de pubis que estuvieron cerca de lastrar su carrera. Afortunadamente, los ha controlado gracias a unos trabajos de prevención que hace todas las mañanas en Zubieta antes de cada entrenamiento y cada partido. Esta temporada ha dado definitivamente el paso para que sea considerado central y no centrocampista. Hay que recordar que el azkoitiarra subió al primer equipo de la Real destacando en el centro de campo, tanto en el filial como en las categorías inferiores, donde puntualmente había jugado en defensa. Curiosamente, para Luis De la Fuente era un fijo como pivote en su Selección Sub-21, con la que se proclamaron campeones del europeo de la categoría. Ahora, ya como central, le incluyó en su última prelista con la absoluta, pero no lo acabó llamando. Su salida de balón, limpia y segura, fue la clave para retrasar su posición, a la que unió su contundencia y seguridad en los duelos, y su buen sentido táctico, estando siempre bien colocado. La reunión en la que se decidió retrasar la posición de Zubeldia, con Olabe, Alguacil y Aperribay junto al propio jugador, forma ya parte de la historia de esta etapa de la trayectoria del club donostiarra. Está ultimando de perfilar el acuerdo de renovación de su contrato, que finaliza en 2024.