ALMERÍA

El Almería apuesta por contratos largos

La entidad rojiblanca suele pactar relaciones contractuales de cuatro-cinco años para darle estabilidad al futbolista y garantizarse sacar rédito económico en un futuro traspaso.

Carlos Barba

El Almería se está caracterizando por firmar contratos largos. Si en la última etapa de Alfonso García, las relaciones contractuales solían de ser de una o dos temporadas, la nueva política ha cambiad. De hecho, en la época del jeque se han rubricado hasta catorce contratos de cinco años. Así, el club almeriense se garantiza la posibilidad de sacar pingües beneficios económicos en futuras ventas cubriéndose las espaldas en unas negociaciones que realiza con total tranquilidad, ofreciendo además estabilidad al futbolista consciente de que no está obligado a cambiar de aires unos meses después.

Uno de esos catorce contratos de cinco años es el de Pozo, el futbolista con una duración mayor, al haber firmado este mismo mes hasta 2027 después de ejecutarse la opción de compra obligatoria al Sevilla en caso de ascenso, lo mismo que ocurrió con Babic y el Partizán de Belgrado, comprometiéndose el central serbobosnio hasta 2026. También durante el presente mes el Almería ha renovado a Centelles y Ely, que firman hasta 2026 y 2024 respectivamente.

Turki Al-Sheikh realizó hasta 19 entradas durante su primer curso en Almería (contando tanto la ventana estival como la invernal), de las que once fueron cesiones tras los problemas que tuvo la entidad rojiblanca con LaLiga. Eso sí, durante ese primer mes se firmaron hasta media decena de contratos de cinco años, caso de los de Darwin, Appiah, Jonathan, Vada y Rosic. Petrovic, por su parte, se comprometió tres años; Balliu, dos; y Enzo, uno y medio.

Los posteriores problemas a la hora de dar salida a jugadores como Vada llevaron al curso siguiente a realizar contratos más diversos. Robertone, Sadiq, Lazo, Olivera y Ramazani sí se comprometieron hasta 2026; y Escobar y Maras, 2025, pero sí hubo entradas con tres y dos años de contrato. Fueron los casos de Villar (tres cursos de duración) y Centelles, Makaridze, Chumi, Aketxe y Buñuel (dos). La otra decena de entradas de ese ejercicio 20-21 fueron en calidad de préstamos.

Para la 21-22 se firmaron tres relaciones contractuales de cinco años (Samu, Akieme y Puigmal), dos de tres (Sousa y Curro Sánchez), uno de dos y medio (Eguaras) y tres de dos (Portillo, Nieto y Robles). Carriço, por su parte, firmó por un curso, ampliable a otro en caso de ascenso; Ely, por media campaña; mientras que Pozo, Babic y Monte estaban cedidos. Para el nuevo mercado la idea es continuar la actual política, esto es, predominando relaciones contractuales de un lustro para los más jóvenes, sin obviar otros de menor tiempo con renovaciones futuras en caso de un rendimiento positivo.

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