ATHLETIC

El aficionado atendido en la grada de San Mamés, agasajado en Lezama

Aitor, como se llama el hincha que dio el susto, abrazó a Iñaki Williams este miércoles, ya repuesto, y le ha comentado: “Cuando vi el vídeo rezando, no te como los morros de milagro”.

Los jugadores de la primera plantilla del Athletic, muy interesados por sellar este encuentro, han recibido este miércoles en las entrañas de las instalaciones de Lezama tras la sesión matinal al aficionado que dio el susto y tuvo que ser intervenido en la grada de San Mamés durante el transcurso del Athletic-Girona del pasado lunes. Un envite que fue suspendido temporalmente unos diez minutos para poder atenderle antes de reanudarse y acabar con el 3-2 final. Las medidas se emergencia del estadio bilbaíno funcionaron a la perfección, demostrado su músculo ante una eventualidad semejante. Aitor, como así se llama, fue agasajado con saludos, firmas y regalos por gran parte de los miembros del equipo bilbaíno.

Fue un momento delicado el vivido el lunes en la grada de San Mamés. Discurría la segunda mitad del Athletic-Girona, cuando un tumulto en la tribuna desató las alarmas de la Catedral. El colegiado del partido, Sánchez Martínez, detuvo de inmediato el encuentro. Rápidamente, las asistencias médicas del Athletic, con el doctor Josean Lekue a la cabeza, cruzaron el ancho del campo con material y acudieron al lugar exacto donde a Aitor les estaba sufriendo un ataque epiléptico. Mientras, el silencio sepulcral se adueñaba de San Mamés. Unos minutos tensos, con Iñaki Williams rezando en el verde implorando a la fe. Fue De Marcos quién se percató de este incidente al sacar de banda y ver “muy blanco” a Aitor, que abrazó a Williams esta mañana de miércoles en Lezama, ya repuesto, para comentarle en tono jocoso: “Cuando vi el vídeo rezando… , no te como los morros de milagro...”. Julen Agirrezabala le regaló unos guantes y se fue con varias camisetas de la factoría del Athletic.

Sancet, Lekue, Berenguer y el propio Valverde también han charlado un momento con Aitor, que confesó que despertó antes de acabar el partido ante el Girona, llevándose la camiseta firmada por Iribar. Curiosamente, un episodio mucho más grave ya se cruzó con los leones en Granada esta misma temporada, que derivó con el fallecimiento de un conocido aficionado local en las gradas del estadio del Nuevo Los Cármenes. Tras ser interrumpido el envite se suspendió en señal de duelo y se reanudó al día siguiente.

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