Dupla de oro en el Coliseum

Al Getafe le valió dos destellos de su dupla de oro, Greenwood-Mayoral, en el primer tiempo para decantar un partido donde el Granada tiró de orgullo, fútbol y pecó de falta de acierto en la segunda parte.

El equipo nazarí empezó el duelo fiando todo a que su tridente de delanteros (Bryan, Uzuni y Arezo) cogieran a la defensa azulona en un renuncio. Plantaron cara, sí, hasta que el Getafe dijo hasta aquí cuando corría el minuto 15. Los azulones, que empezaron a construir la victoria desde la defensa por primera vez esta temporada, subieron las revoluciones y ganar así al equipo de Bordalás es muy difícil. Si Greenwood hace su magia, ya es algo utópico.

El inglés es un futbolista de esos por los que merece la pena pagar una entrada. El primer gol getafense dio buena cuenta de ello. Él se lo guisó, y se lo comió en el minuto 20′. En una jugada que todo parecía indicar que no iría nada, dejó sentado a Gonzalo Villar con un buen regate, recorrió veinte metros y tiro inalcanzable para Batalla tras tocar en Ignasi Miquel.

“Si Greenwood saca su magia, yo también” tuvo que pensar Bryan que probó suerte con una jugada muy similar a la de Greenwood. Eslalon, recorte hacia dentro y tiro ajustado al palo contrario. No llegó a nada por poco. Por contra, sí llegó, y a mucho, la presión de Mayoral en el 36′. El delantero encimó a Batalla que, tras un resbalón, despejó contra el cuerpo de Mayoral que no falló a puerta vacía.

El equipo de Cacique Medina lo intentó de todas las maneras en el segundo tiempo, pero cuando las cosas no salen, sencillamente no salen en esto del fútbol. El VAR decretó penalti a favor del Granada en el 57′ por una mano, a ojos del árbitro de campo y del de VAR, antinatural de Jordi Martín. Uzuni lo estrelló en el palo ajustándolo demasiado. No cesó en su empeño de remontar el Granada. Melendo le cambió la cara a su equipo entrando desde el banquillo, pero nada. Soria tuvo que estirarse para atajar un buen disparo del omnipresente mediapunta.

El Getafe, mientras, jugaba replegado, ahorrando esfuerzos y pensando ya en el maratón de partidos que tendrá esta semana: dos más y midiéndose ante todo un Real Madrid. Es decir, el Getafe volvió a ser ese Getafe de Bordalás: práctico, eficiente y muy disfrutón para sus aficionados. Esto es el fútbol que gusta en el Coliseum, papá.