Dos refuerzos en las bandas

Tiene el Espanyol entre sus necesidades la incorporación de algún extremo, una de las demarcaciones que más cojas quedaron tras la planificación de la plantilla en el mercado de verano. Parte de la solución a esa problemática puede hallarse en casa. Con la recuperación de dos futbolistas que se desempeñan como laterales, pero que por su perfil también gozan de una clara vocación ofensiva. Se trata de Adrià Pedrosa y Rubén Sánchez.

Se espera que ambos enfilen ya la recta final de sus lesiones, de modo que el parón de las competiciones con motivo de la Copa del Mundo contribuirá decisivamente a que puedan estar disponibles a la vuelta de la Liga, habrá que ver si con el ritmo pertinente. El caso más complejo es el de Pedrosa, operado el pasado 26 de agosto de sus problemas en el pubis, que arrastraba desde la pasada temporada y que no le permiten jugar desde el 21 de abril, en la jornada 33 de la anterior Liga, frente al Rayo Vallecano.

Sí comenzó la actual campaña, y de hecho lo hizo como titular ya a las órdenes de Diego Martínez, un Rubén Sánchez que sintió molestias en los isquiotibiales desde las primeras semanas de competición, y que ya en la quinta jornada, el 10 de septiembre ante el Sevilla, sintió un tirón a los 12 minutos de haber entrado al césped, intensificando una lesión de la que para colmo recayó a inicios de noviembre.

Con Brian Oliván y Óscar Gil como inquilinos habituales en los respectivos laterales, se abre la posibilidad de que tanto Pedrosa como Rubén no solo puedan considerarse competencia total para la demarcación defensiva, sino que también por su velocidad, potencia y vocación ofensiva pueden contemplarse como extremos, en una plantilla que adolece de ese registro a pesar de que cuenta con un delantero especialista en duelos aéreos como nadie, como es el caso de Joselu Mato. El segundo y definitivo tramo de la competición dictará sentencia.