REAL MADRID

Dos hombres y un destino

Mientras Lunin duda, Kepa rechaza un ‘ofertón’ de Arabia por esperar. Andriy ni responde a la renovación, ni anuncia que se va. Y el Madrid se impacienta.

Madrid
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Mientras Lunin duda, Kepa se muere por volver. Esa es la realidad. El resumen de un galimatías que, pese a la simpleza del diagnóstico, continúa enquistado. Porque el ucraniano tiene contrato (hasta 2025) y, para que Kepa vuelva, debería salir traspasado este verano. Tiene ofertas, muchas, algunas verdaderamente brillantes (como el Arsenal); pero no lo tiene claro. Quid de la cuestión. O, al menos, es lo que transmite de puertas para adentro. Su renovación quedó apalabrada en mayo (de hecho, lo que iba a ser un contrato hasta 2028, se amplió hasta 2029), pero desde entonces, no contesta. Nada, silencio. Y a la vez, murmullo. Lunin tiene dudas y Kepa, ninguna.

En todo este asunto hay una certeza: Andriy entrenará con el Real Madrid desde hoy, 15 de julio. Pese a que tenía permiso para unirse dentro de una semana (hasta el 26 de junio estuvo en la Eurocopa), incorporarse ya y acortar las vacaciones es una decisión personal. De hecho, Lunin sólo habrá tenido 18 días de descanso. No habrá agotado ni las tres semanas que se suelen considerar mínimas. Ha estado en España, dejándose ver por Marbella hace una semana y volviendo a Madrid a comienzos de esta. No tiene previsto viajar más, así que a entrenar.

Wembley fue un varapalo

Pretemporada del que, por contrato, es su último año en el Madrid. Y así será mientras no conteste a la oferta del club: renovación hasta 2029. Se imprimió nada más eliminar al Bayern en Champions y, desde entonces, sigue sobre la mesa, no se le ha movido ni una coma. Si el portero quisiera, podría firmar hoy. Pero tiene dudas. Y continúa sin responder. Es vox populi que la titularidad de Courtois en Wembley fue un varapalo. Quien había brillado en Leipzig, sido héroe en Mánchester y culminado la obra en Múnich, se veía poniendo la guinda (pese a que los días previos estuvo sin entrenar y se incorporó tarde a la expedición, afectado de Gripe B). Simplemente volvió Thibaut y con él, la normalidad.

Lunin, en el banquillo del Santiago Bernabéu.JAVIER GANDULDiarioAS

Su entorno, partidario de que salga

La realidad es que Lunin tiene dudas de qué hacer. Quedarse y continuar el pulso con Courtois aún sabiendo que, pese a la rotura de cruzado y menisco, su nivel continúa siendo estratosférico... o salir y ser titular en otro club. Hace algunas semanas, en la cresta de la ola, se decantaba con claridad por lo primero. Pero ahora el runrún le ronda la cabeza. Y su entorno le impulsa hacia que continúe su carrera lejos del Bernabéu. Que una vez que ha demostrado poder volar, lo haga sin miedo.

Pero en el Madrid se tiene que mover ficha. Porque el portero encara su último año de contrato y eso propicia el eterno dilema: o renueva, o se abre el riesgo de perderlo gratis en un año. Lo segundo ni se contempla. Tajante. Así que el silencio, cada día que pasa, es una opción menos viable. Andriy debe tomar una decisión: firma... o acepta alguna de las propuestas que han llegado por él. Si se queda, será para competir con un Courtois totalmente recuperado de su lesión. Y si se va, quedará libre una plaza.

Plan B: recuperar a Kepa

El plan del Madrid, como se ha ido contando, sería fichar a Kepa en propiedad: acaba contrato con el Chelsea en 2025 y no cuenta. De hecho, tanto el portero como el club tienen claro que quieren separar sus caminos. Saldrá de Stamford Bridge sí o sí este verano. Pero la prioridad es el Madrid, aunque sea para competir con un Goliat como Courtois. O no le importa, o no le teme. El traspaso sería sencillo y el jugador, incluso, estaría dispuesto a rebajarse el sueldo para seguir en el Bernabéu. Todo facilidades. Inevitable contraste con la situación en Valdebebas.

Kepa, en la fiesta de la Decimoquinta en Cibeles.JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

‘No’ a Arabia... por esperar

Kepa se deshace por volver al Madrid. Hace unas semanas parecía imposible, hasta el punto que Ancelotti le dio 28′ frente al Betis, en la última jornada, para que se despidiese de la afición y el estadio. Para vivir unos últimos minutos con ese escudo en el pecho. Pero las dudas de Lunin le han abierto una rendija y quiere apurarla al máximo. Tal es su anhelo por volver al Real Madrid, que acaba de rechazar un ‘ofertón’ de Arabia Saudí, en concreto del Al Ittihad, para apurar sus opciones de quedarse en el Bernabéu.

Por ahora, sigue esperando. Sabedor de que si Lunin decide salir, el Madrid lo elegiría a él. Que tanto Ancelotti, como el club y el vestuario quedaron más que satisfechos con su figura: un futbolista que, pese al varapalo de perder el puesto en la Supercopa de Arabia, jamás puso una mala cara. Todo lo contrario: se le consideró una figura importante para hacer grupo y predicar con el ejemplo de que lo primero, siempre es el equipo. El grupo. El Madrid y el madridismo siguen a la espera de Lunin, que ni dice que renueva, ni dice que se va. Empieza a inquietar. Kepa, a la espera.

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