Dimitrievski evita una goleada

El Valencia se está acostumbrando este verano a perder y eso nunca es bueno, aunque los veranos sean para las bicicletas y los amistoso para hacer rodaje. El PSV se impuso merced a los goles de Saibari y la goleada no fue mayor gracias a Stole Dimitrievski. Con Mamardashvili en la puerta de embarque de algún aeropuerto para volar hacia Valencia e incorporarse este lunes a los entrenamientos tras sus vacaciones post-Eurocopa, el macedonio dijo en Eindhoven “aquí estoy yo”. No se sabe qué pasará con Mamardashvili, lo que está claro es que Dimitrievski ha llegado a Mestalla para competir por el puesto. Sus paradas evitaron que la derrota blanquinegra fuera más dolorosa, por más que las sensaciones durante muchas fases del partido no fueran tan malas como el resultado. Pero solo con intensidad no basta. Al Valencia le falta creación y eso no siempre se obtiene a la primera de la cantera. Hay que ir al mercado.

Ismael Saibari le avisó pronto al Valencia de su inspiración. El marroquí no tardó ni tres minutos en adelantar al PSV. Lo hizo entrando por el carril central como Pedro por su casa por un desajuste en cadena del entramado defensivo blanquinegro. El Valencia llegaba a Eindhoven entre dudas tras sus dos primeros amistosos y su puesta en escena no fue precisamente la mejor para disiparlas. Sin embargo los de Baraja reaccionaron al golpe de Saibari con personalidad, ganando poco a poco metros y profundidad.

Lo intentó desde lejos Rafa Mir, también Hugo Duro y finalmente fue Canós, tras cabalgada por banda izquierda de Jesús Vázquez, quien igualara el marcado y estrenara el casillero de goles del Valencia en pretemporada. Pero a partir de ese instante el PSV recuperó el mando y prácticamente cada una de sus posteriores llegadas acabó en gol. Solo subió uno al marcado, de nuevo con la firma de Saibari, porque uno que anotó De Jong y otra vez el marroquí fueron anulados por fuera de juego. El primero claro, el segundo... bastante más justo; de VAR, pero no lo había.

Hacía un año que el Valencia no viajaba por Europa y quizás por ello Baraja puso en liza un once para tratar de dar buena imagen. En verdad tampoco tiene hoy mucho más donde elegir entre lesiones y selecciones. En Eindhoven fue la primera vez que el vallisoletano alineó al mismo tiempo a Hugo Duro y Rafa Mir, una dupla que tiene visos que la va a repetir muchas veces. Pero muchas, muchas. Está claro que pueden actuar juntos, aunque tienen muchos automatismos todavía por asimilar. En el once solo había un aspirante a formar parte de La Quinta del Pipo: Martín Tejón, que volvió a dejar detalles de querer entrar, aunque también de que está por hacer -normal- y hace fata un extremo de experiencia y rendimiento inmediato.

Baraja, dice el refrán que por los hechos los conoceréis, se tomó este amistoso con otro talante al de los anteriores contra el Castellón y Alavés. Así solo introdujo un cambio tras el descanso: Hugo Guillamón por André Almeida, que en este partido actuó junto a Pepelu en el doble pivote e hizo agua. El Valencia, durante los primeros 20 minutos de la segunda parte, tuvo más equilibrio y también intensidad con la entrada de Guillamón. Así, como consecuencia de esa mejora del colectivo, Hugo Duro ronroneó al gol con un remate desde la frontal. Pero al Valencia le sigue faltando creatividad en la creación y por ello no hubo más noticias de Walter Benítez. Todo lo contrario de lo que sucedió con Stole Dimitrievski, que se erigió como protagonista del encuentro en la última fase del mismo, con tres paradas, a cada cual mejor, con las que evitó que De Jong primero, Bakayoko después y por último a Driouech sentencieran el encuentro a favor de lo locales.

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