Diego Martínez no se la juega pero el Espanyol en general, sí

Los mismos puntos que partidos disputados, 21, acumula un Espanyol que solo ha cosechado cuatro victorias en toda la Liga, por el doble de derrotas, que no acaba de enganchar con su juego ni con las explicaciones fuera del terreno de juego y que sigue anclado en la zona de peligro, incapaz de separarse de un descenso que queda a un punto. En contextos semejantes, la figura del entrenador podría llegar a enfrentarse a un ultimátum, como se sugiere en parte del entorno. No es el caso de Diego Martínez. El club no lo cuestiona en absoluto por ahora. También goza del favor del vestuario.

El entrenador no se la juega este domingo en el Martínez Valero, ante el Elche, colista de la competición con nueve puntos y un solo triunfo. Aunque en realidad sí se la juega como el resto del colectivo llamado Espanyol, que tiene en este encuentro marcado en rojo y en los dos siguientes auténticas finales, ya que el calendario ha deparado tres enfrentamientos ante rivales directos por la permanencia. Tras el Elche, llegará al RCDE Stadium el Mallorca y se cerrará la trilogía en Valladolid. Sumar tres victorias consecutivas es el reto de un equipo que aún no ha logrado una racha similar con el actual entrenador.

No en vano, la situación ha cambiado radicalmente en apenas dos semanas y media, desde la derrota en Almería (3-1), el primer partido en el que se apreció una falta de competitividad alarmante, el empate contra Osasuna (1-1) y el naufragio ante la Real Sociedad (2-3). Un punto de nueve posibles que contrasta con la dinámica anterior, de dos triunfos seguidos contra Getafe (1-2) y Betis (1-0), tras los empates frente a Barcelona (1-1) y Girona (2-2).

Hace tres jornadas, llegó el Espanyol a situarse decimotercero, una posición similar a la que estaría ocupando de haber derrotado a la Real este pasado lunes, auténtica ciencia ficción, pues fue un resultado para el que no se postularon los pericos. En Elche aparecerá la enésima oportunidad para despegar, ante numerosos peñistas que viajarán en autocar y aficionados que acudirán por su cuenta. Se la juega el Espanyol, efectivamente.