Diecisiete días para aclarar objetivos
El Getafe juega en dos semanas y media con cuatro rivales de la zona baja de la clasificación. Antes del parón mundialista sabrá hacia dónde debe mirar.
Si durante el verano en Getafe se hablaba de que el primer objetivo de este curso era no tener que sufrir como el anterior, de la tranquilidad es justo de lo que deben olvidarse en los diecisiete días que van desde el próximo lunes hasta el miércoles 9 de noviembre. En esas dos semanas y media el Getafe se juega su futuro. El calendario le ha puesto por delante a cuatro rivales directos antes del parón del Mundial. De los resultados dependerá que se replanteen los objetivos o no. Los precedentes de años anteriores con los mismos rivales pueden invitar al optimismo.
El lunes visita al Celta, un punto por encima. En Balaídos, los de Quique ganaron su único partido a domicilio la temporada pasada. Un lunes más tarde toca viajar a Elche, campo históricamente muy propicio para los azulones a pesar de la derrota en la última jornada del año pasado en un partido intrascendente. El único choque que le queda en casa será ante el Cádiz, también en puestos de descenso y que hace un año salió goleado por 4-0 del Coliseum. Para cerrar esta serie decisiva de partidos, los de Quique jugarán ante el Almería, ahora con un punto más, en los Juegos del Mediterráneo, dónde no juega desde el año del ascenso con Bordalás cuando ganó por 0-1.
El Getafe tiene siete puntos más que la temporada pasada a estas alturas, pero en el Coliseum empieza a haber nerviosismo porque el equipo no arranca y el descenso vuelve a ser una amenaza real. Algunos aficionados dudan de Quique y en general el optimismo del verano se ha tornado en una incertidumbre que debe resolverse en estos cuatro encuentros. Para el primero en Vigo, perderá a Aleñá, sancionado y Munir lesionado. Todos están pendientes de la evolución de Arambarrri que se ha perdido los dos últimos partidos por un esguince de tobillo.