BARCELONA

Dembélé, a 48 horas del primer match-ball

El PSG tiene hasta este lunes a medianoche para hacer efectiva la cláusula de 50 millones antes de que se doble a 100. El Barça cree que el extremo no se irá ya.

Kevin JairajUSA TODAY Sports via Reuters Con

El Barça amaneció este domingo en Dallas con la misma incertidumbre por Dembélé que en días pasados. El Paris Saint Germain tiene 48 horas para llevarse al extremo francés por 50 millones de euros. De esa cantidad, el 50 por ciento sería para el jugador, con lo que el club azulgrana se quedaría apenas con 25 millones, una cifra que le daría poca flexibilidad salarial para fichar. Menos, a un jugador diferencial como el francés.

El silencio en el Barça está entre el desconocimiento, porque los caminos de Dembélé son inescrutables; y el puro interés. Si el club aguanta unas horas más sin noticias de la capital francesa, conseguirá salvar el primer match-ball. Sin duda, el más peligroso de todos, porque apenas sacaría rentabilidad de su marcha. Pase lo que pase, no obstante, la partida no terminará el lunes.

Por más que Moussa Sissoko, representante de Dembélé, no suela dar señales de vida, en la expedición del Barça, encabezada por Joan Laporta pero en la que también viajan el vicepresidente deportivo, Rafael Yuste; y el director de fútbol, Mateu Alemany, hay runrún hace días con Dembélé, que además ha viajado con Moustapha Diatta, una de sus personas de confianza, a la gira. Esa inseguridad también ha llegado a Xavi, que no pudo ser concreto después del partido contra el Madrid. “Yo no puedo controlar el mercado”, dijo cuando se le preguntó hasta cuánto había podido apretar a Laporta y Mateu para que no se marchase uno de sus jugadores favoritos; y por el que sacó la cara cuando, en enero de 2022, Alemany lo apartó: “O renueva o debe marcharse”.

Es recurrente recordar aquel episodio, que llevó a Dembélé a estar apartado dos viajes (Bilbao, en Copa; y Vitoria en Liga), porque aunque el PSG no se lleve al jugador en estos dos días, el caso seguirá abierto. ‘Dembouz’ termina contrato el 30 de junio de 2024, de manera que el Barça está obligado a venderlo ya o renovarlo este verano si no quiere verse envuelto en un culebrón como el de hace año y medio.

La hoja de ruta parece clara. Dembélé podría ser jugador del PSG en las próximas 48 horas, aunque el Barça confía en que ese escenario no se produzca. Si salva ese primer match-ball, se abren dos opciones. La negociación con el PSG para cerrar una operación buena para todas las partes (en este caso hubiese existido un pacto previo entre clubes, porque lo fácil para el PSG sería actuar ya); o la renovación del francés. La teoría invita a pensar en un mes de agosto largo con Dembélé, pero la práctica con el francés ha demostrado otra cosa. Hay incertidumbre y expectación. Y también cierto temor a su adiós. Más allá de su carácter disperso en ocasiones y de un rendimiento irregular, Dembélé es un jugador desequilibrante con algo especial, que condiciona defensas rivales y, además, cuenta con el cariño de los compañeros (las alabanzas estos días han sido generales) y de su técnico. No sería, por más que haya sido un jugador controvertido muchos años, una pérdida cualquiera para el Barça.

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