Dejar el mate, el secreto para un mejor Marcos Acuña

Marcos Acuña ha vuelto a convertirse en uno de los laterales de LaLiga. Su presencia en la segunda mitad contra el Espanyol sirvió para que el Sevilla remontase, apoyado El Huevo en el ímpetu de su compatriota Lucas Ocampos y los chispazos cruciales de Pape Gueye. Acuña le dio a Lucas un balón de cabeza que acabó en el larguero y luego Gueye certificaba el 3-2 gracias a una asistencia suya.

Acuña, al que amargaban antes del Mundial que ganó con Argentina unos problemas de pubis, guarda en el cambio de dieta el secreto de su mejoría. Tras visitar a un nutricionista de la capital hispalense, el jugador del Sevilla come más pescado y verdura, y menos de algo sagrado en Argentina: el mate. Dejar esa bebida ha influido en que vuelva a brillar como un carrilero incontenible que marca la diferencia por la izquierda.

A sus 31 años, y tras haber renovado su contrato con el Sevilla el año pasado hasta 2025, el de Zapala se convierte en uno de los pilares básicos de la próxima plantilla nervionense siempre que no llegue una oferta muy importante por él. Adrià Pedrosa competirá con él. Monchi se aseguró la incorporación del todavía jugador del Espanyol, que cumple contrato en junio llegará a Nervión libre.

Acuña creció en las categorías inferiores de Ferro para luego recalar en Racing de Avellaneda y despuntar allí en la posición de extremo. El técnico portugués Jorge Jesús, ya en el Sporting, recicló al del argentino para convertirle en lateral poco tiempo antes de que el Sevilla apostase por él para reforzar ese puesto defensivo. Más adelantado jugó precisamente dos encuentros contra el rival de semifinales de Europa League, la Juventus, cuando aún militaba en el club de Lisboa. Fue en la fase de grupos de Champions de la 2017-18 y tras perder (2-1) en Turín, empató a uno en casa.