Deco y Mendes, con el puzle a medias

Educado para la profesión por su representante fetiche, Jorge Mendes, es imposible obviar que una parte de la planificación del Barça 2023-24, más allá de Xavi y Mateu Alemany, pasa por la estrecha relación que une a Deco, secretario técnico del Barça, con el ‘súperagente’ portugués.

El puzle, sin embargo, está a medias y casi se diría que parece un cubo de Rubik que cambia de color cada poco tiempo. Porque el verano empezó con la poderosa sensación de que Ansu Fati iba a ser la gran venta del verano en el Barça. Mendes, que hace unos años ya llevó una millonaria oferta del United al club azulgrana, estaba convencido de sacar al canterano, sin suficientes minutos con Xavi. Sin embargo, se encontró con la resistencia del jugador y obligó al Barça a cambiar de prioridades. Sin gran venta, no habrá gran fichaje. Y eso también afecta directamente a Jorge Mendes.

El portugués ha puesto encima de la mesa de su amigo Deco tres nombres de peso. Dos de ellos parecen inaccesibles por distintos motivos. Con contrato hasta 2025, el viejo anhelo de Bernardo Silva es jugar en el Barça, pero por tercer año consecutivo esa posibilidad está muy lejos de ser azulgrana. El Manchester City no le dejaría escapar por menos de 75 millones de euros, una cantidad inaccesible para un club que no ha hecho ninguna gran venta y que no tiene fairplay financiero. Bernardo es un viejo sueño de Xavi, pero los destinos del portugués y el entrenador de Terrassa llevan un par de años lejos de encontrarse.

Lo de Joao Félix también parece inviable, aunque en este caso no se trata de resistencia en el Atlético de Madrid. Xavi le ha transmitido a Deco que busca otra cosa en este mercado. Un centrocampista creador más que un delantero. Además, le parece que el portugués no trabaja lo suficiente en defensa y que eso puede desequilibrar el equipo. Mateu Alemany está en esa misma página.

Joao Cancelo sí parece entrar en los márgenes posibles para el Barça. El lateral del Manchester City sería un refuerzo excelente para un equipo sin lateral derecho. Xavi también ha dicho sí, pero hay un asterisco las relaciones con el City Football Group no parecen las mejores después de que el entrenador de Terrassa deslizase que Guardiola torpedeó la cesión del portugués en enero (“alguien informó mal a Xavi”, le contestó el entrenador de Santpedor). Tampoco ha ayudado el caso Oriol Romeu, que ha generado cierto malestar en el Girona por el modus operandi del Barça en el fichaje del mediocentro de Ulldecona.

Mendes controla más nombres en el puzle. Uno, Nico, volará en los próximos días. El centrocampista ni siquiera ha volado a Estados Unidos junto al equipo. Y luego están Balde y Lamine Yamal, aunque sus dos casos sí parecen resueltos. El primero ampliará su contrato próximamente con una cláusula millonaria y el segundo firmará su primer contrato profesional.

Hay un nombre que aparece entre interrogaciones en el entorno Mendes. Es Raphinha, que era representado por Deco hasta que el nuevo secretario técnico se ha visto obligado a cerrar su empresa (D20) para tomar posesión de su nuevo cargo en el Barça. La relación entre Deco y Raphinha permite pensar que el entorno de Mendes podría estar asesorando al brasileño. Su venta, como la de Ansu, sí pondría patas arriba el escenario del Barça este verano. Pero de momento ese no es el escenario. Por eso el puzle está a medias.