Declarado el estado de optimismo

Cuando el pasado miércoles el Atleti encajó el 1-2 con el Rayo, ya en el minuto 78, el panorama rojiblanco pintaba muy negro. Pero el equipo le dio la vuelta al marcador, se cargó de moral y, casi sin respiro, goleó al Real Madrid y al Eintracht. Dos manitas, múltiples ocasiones, juego apabullante por momentos, futbolistas que crecen, el Metropolitano en ebullición... Una semana después de aquel 1-2 de Álvaro, se ha instalado el estado de optimismo en el Atlético. Y ahora toca refrendarlo lejos de casa, el domingo (21:00) en Vigo.

El equipo de Simeone se ha destapado como una máquina de generar ocasiones... y convertirlas. La contundencia que tanto reclama el Cholo. En estos tres encuentros, los rojiblancos han festejado 13 goles y solo han necesitado 27 remates a puerta, 51 en total (25%). Es decir, el Atleti marca aproximadamente uno de cada cuatro tiros, o de cada dos que van a portería. En los anteriores seis partidos, el equipo celebró ocho goles. Para ello, realizó 73 remates (un tanto cada nueve, el 11%), 30 de ellos a puerta (marcaba cada cuatro tiros). Prácticamente ha duplicado su efectividad, y eso que quedó la impresión de que en las tres citas perdonó ocasiones claras.

El efecto Metropolitano... y el efecto Julián

Una de claves, sin duda, ha sido volver a casa. El Metropolitano como revitalizante de un grupo tocado. Al calor del hogar, el Atleti saca su mejor cara, tanto en Liga como en Champions. Y las dudas por los resultados se empezaron a revertir primero con el 2-0 al Villarreal y luego con esta trilogía de festivales: Rayo, Real Madrid y Eintracht. No solo por sumar de tres en tres, sino por cómo se dio. Con remontadas, intensidad, buscando morder arriba y marcar siempre un gol más. Los golpes recibidos, como aquel 1-2 del Rayo, el paso del 1-0 al 1-2 en el derbi e incluso ese tanto del Eintracht que pudo hacer dudar, se solucionaron con contundencia.

Por ejemplo, porque Julián Alvarez está desencadenado. En Mallorca se vio el momento más bajo de la Araña: penalti fallado, sustituido, un gol en seis partidos, molestias en la rodilla... Y algo hizo clic. Contra el Rayo hizo tres tantos decisivos, especialmente el último, un zurdazo de furia en el minuto 88. En el derbi, un gol de falta directa y otro de penalti. En Champions, solo una diana, pero adornada con dos asistencias. El argentino ha cogido velocidad, brilla, suma cifras y no se guarda un esfuerzo.

La energía de Barrios, Llorente, Nico...

Julián es el líder del equipo en lo futbolístico, y así lo recuerda Simeone con frecuencia. Pero jugadores como Barrios y Llorente están rindiendo a un nivel altísimo y llaman con fuerza a la puerta de la Selección. Y Nico y Giuliano le dan muchas soluciones. El Cholo va encontrando su plan, con ese sistema híbrido que pasa de una defensa de cuatro a otra de cinco sin problemas, que ataca por las bandas sin despoblar el centro del campo y que carga el área con frecuencia.

Y el técnico celebra además que el Atlético es mucho más que un once. “Los necesitamos a todos. Es una frase hecha, pero es la realidad”, explicaba el míster, en referencia a los cuatro partidos en diez días que ha jugado el equipo. Y a cómo ha ido sumando futbolistas a la causa. Ante el Eintracht, Raspadori hizo un gol y, caído a la banda izquierda, transmitió unas sensaciones muy buenas con y sin balón. Griezmann lleva dos partidos seguidos marcando, pero sobre todo brilló fuera del área repartiendo juego. Koke, en principio con un rol más secundario, es de los más inspirados. Ruggeri y Galán suman, Gallagher también tiene su rol, Sorloth aportó en el derbi... La lista es amplia y lo será más: Baena entra poco a poco y Almada y Giménez se acercan.

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