LAS PALMAS

Deberes insuficientes

Las Palmas se puso a la tarea de acabar las jugadas, demanda de García Pimienta, ante la Real Sociedad. Pero el gol no llega. El único, de penalti.

Las Palmas
Carlos Diaz-Recio

La bisoñez ofensiva de Las Palmas está lastrando su progresión en este inicio de curso en Primera División, aunque no pareciera, en muchos momentos, que ostentara la condición de recién ascendido. Dominador de la posesión en los tres partidos disputados hasta la fecha, especialmente ante Mallorca y Valencia, su falta de colmillo en ataque mantiene en vilo a un equipo que, tras los 270 minutos de juego reglamentarios que se han consumido hasta la fecha, apenas ha marcado un gol, y de penalti (Viera, contra el Mallorca). Mientras la competición ya se consume, dos puntos de nuevo posibles en la mochila.

Así en público como en privado, García Pimienta insistió mucho en los últimos días en lo importante que resulta acabar las jugadas, o al menos intentarlo, para no caer así en la nadería propia de amasar la posesión del balón sin un mínimo de verticalidad. La charla durante una las pausas de hidratación en Mestalla, estupendamente ofrecida por Dazn, emerge como el ejemplo perfecto. Puestos a la tarea, el cambio fue notorio en el partido del pasado viernes contra la Real Sociedad, a quien solo salvó de la derrota la inmensa actuación de Remiro.

Resulta que Las Palmas chutó, ante el equipo de Imanol Alguacil, casi las mismas veces que en los duelos disputados frente al Mallorca y el Valencia. Así, el pasado viernes, los futbolistas de la entidad grancanaria dispararon 11 veces contra la portería del inabarcable Remiro. Especialmente destacable fue la actuación de Enzo Loiodice, a quien el portero realista privó de marcar dos goles de bandera tras sendos disparos que, previa parada del propio Remiro, se toparon con el larguero visitante. El centrocampista francés, uno de los principales destinatarios de aquel mensaje de Valencia, captó a la perfección lo que se le pedía.

Si ante el Mallorca apenas se registraron cinco disparos por parte de Las Palmas, siete fue la cifra alcanzada ante el Valencia. Sin embargo, durante la derrota en Mestalla (1-0), el único entre los tres palos de Mamardashvili, y sin peligro alguno, lo hizo Pejiño en el descuento. Poco despliegue para tanta posesión (61,5%). Así, imposible.

Los líderes del equipo en dicha faceta son Jonathan Viera y Sandro, con cuatro disparos cada uno, seguidos del propio Loiodice y Munir, que ha chutado tres veces con destino a las redes contrarias. Los deberes, mientras no se afine la puntería, continúan siendo insuficientes.

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