Rodrygo: de la sequía al diluvio
Rodrygo ha participado en 11 goles en los últimos cinco partidos, uno cada 38 minutos. Deja atrás su mal inicio de curso. Ancelotti: “Cuando está bien, marca en la derecha, en la izquierda...”.
El Real Madrid sumó ante el Granada en el Bernabéu su quinta victoria consecutiva entre Liga y Champions. No pincha desde el empate ante el Rayo en casa (0-0, a primeros de noviembre) y está logrando sobrevivir a la plaga de lesiones que asola a su plantilla (ante el equipo andaluz faltaron siete por cuestiones físicas). No sólo gana, lo hace a ritmo de goleadas: ante el Granada se quedó en un discreto 2-0, pero en los cinco últimos duelos ha hecho 17 goles, 3,4 por encuentro de promedio. Un estado de gracia ofensiva que coincide, casualidad o no (más bien no) con el despertar de Rodrygo en la temporada. El brasileño pasó por 15 partidos de práctica sequía; ahora, en los cinco últimos, ha desatado su diluvio, para alegría de Ancelotti y el resto de sus compañeros.
El brasileño no cuajó ante el Granada su mejor partido, a la vista de lo que viene haciendo en las últimas semanas: sólo tiró dos veces, una a puerta, e intentó tres regates, de los cuales salió airoso en dos ocasiones. Pero ese disparo entre palos acabó dentro, algo habitual últimamente: ha marcado siete goles y dado cuatro asistencias en los últimos cinco envites, una participación en dianas superior a los dos por duelo.
La ausencia de Vinicius por lesión le permite jugar en el perfil izquierdo del ataque, donde puede dejar ver más y mejor sus cualidades, sobre todo en el regate y en el remate. Ante el Granada cambió al perfil derecho por indicación de Ancelotti, pero su estado de gracia no entiende de pizarras. “Hoy ha desmentido que sólo marque por la izquierda. Cuando está bien, marca por la izquierda, por la derecha, por el centro...”, explicaba Ancelotti tras el duelo ante el Granada. No es la primera ausencia de Vinicius este curso, pues ya se perdió varios partidos al inicio por una rotura muscular y Rodrygo heredó sus galones en la izquierda, pero sin fortuna; donde entonces fracasó, ahora el ex del Santos triunfa.
Más gol, más remate, más regate
La teoría en aquellos primeros meses de infortunio decía que Rodrygo estaba jugando bien y que sólo le faltaba acertar. Sin duda lo intentaba, pero había una claro margen de mejora que ahora está explorando. En sus primeros 15 partidos de la temporada, en los que apenas anotó dos goles y dio una asistencia, disparaba 3,1 veces por encuentro y sólo 0,9 entre los tres palos; en los últimos cinco ha elevado sus disparos a 3,6 por choque y, aquí la clave de su actual momento, 2,2 entre palos. En el primer tramo, su porcentaje de tiros a puerta sobre los totales era del 30%; en el segundo ha subido hasta el 61%, más del doble.
Ese punto de inspiración no se traduce sólo en más participación en goles, también en todo lo relativo al juego de ataque. Como el regate, una faceta en la que en sus primeros 15 duelos promediaba 3,6 regates intentados por encuentro y 1,4 logrados; en los últimos cinco partidos ha intentado de media 5,2 y ha efectuado con éxito 3,4, casi el triple. Su efectividad en el ‘dribbling’ ha subido del 39% al 65%. Y todo ello se traduce en resultados para el Madrid en forma de goles, ya sea marcándolos o entregándolos, una estadística en la que el salto es gigante: en la primera etapa, participaba en un tanto cada 345 minutos; en la segunda, lo hace cada 38′, casi diez veces menos.
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