De la peor manera, en el peor lugar

Que La Cerámica es un campo maldito para Simeone se resume en que el Atlético cuando viaja a Vila-real para enfrentarse al Villarreal se aloja en un hotel en Valencia. El entrenador argentino, cabulero profundo, no repite alojamiento cuando en un desplazamiento su equipo ha perdido... por lo que todos los hoteles de la localidad castellonense tienen un aspa roja encima. No se le da bien al técnico el Villarreal en general ni su estadio en particular. Ahí los datos. El equipo contra el que más veces ha perdido es el Barcelona (20 en 36 partidos), después es el Madrid (16 en 43), esta temporada al tercer lugar ha ascendido el Athletic (8 de 30) y en cuarto lugar aparecen tres equipos: la Real Sociedad (6 de 26), el Sevilla (6 de 30) y... el Villarreal (6 en 23).

Tres de esas derrotas, en La Cerámica donde el porcentaje de victorias del Cholo es solo de un 27% (tres victorias). Es decir, que el Atleti, necesitadísimo en la Liga, que durante todo el parón ha mirado la tabla de clasificación y se ha visto quinto, fuera de Champions, esos lugares que son obligación para la estabilidad, regresa en el peor lugar y de la peor manera. Porque hacerlo en Vila-real significa que es fuera. Y si este Atlético quiere demostrar que no merece quedarse fuera de esos puestos tiene que empezar a ganar a domicilio. La Liga y la Copa se le fueron por el sumidero por ese flanco.

Bien podía haberse inspirado Robert Louis Stevenson en el equipo rojiblanco esta 23-24 para escribir ‘El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde’ porque sus andanzas son tal cual. Un primor en casa, un drama fuera. Agua y aceite. Frío y calor. Un comportamiento inexplicable. Si en casa solo ha perdido un partido (el último antes del parón, ante el Barcelona) y es el equipo que más puntos ha sumado en su estadio (40 de 45), en casa es un equipo de los que mirarían abajo (15 puntos, el Celta, por ejemplo, 17º, tiene solo uno menos). La última vez que ganó el Atlético en la ciudad fue más o menos reciente, en la 20-21, empujado por un gol de Pedraza en propia puerta y otro de João (0-2), pero para la vez anterior hay que irse mucho más atrás, hasta casi una década: abril de 2015. 0-1 gol de Torres. En el banquillo local estaba, por cierto, quien este lunes estará: Marcelino. El enfrentamiento particular entre los dos entrenadores es lo único igualado para Simeone. Quince enfrentamientos, cinco victorias para cada.

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