De Jong nunca pensó en tirar la toalla

No hay ninguna duda que la parte débil de Frenkie de Jong en estos momentos es su tobillo. Es su Talón de Aquiles. Esas tres lesiones consecutivas en esa zona le hicieron perder confianza y jugar con miedo. El centrocampista holandés, en declaraciones a Voetbal Internacional, reconoce que durante cierto tiempo deberá estar muy pendiente de lo que le pase en el tobillo. “Dedico mucho tiempo a mi tobillo. Ahora tengo que cuidarlo mucho más. Antes ni siquiera pensaba en mi tobillo antes de las competiciones, ahora me lo tratan antes de los entrenamientos y las competiciones. Hay que ponerle hielo, hay que hacer preparativos extra para entrenar. Creo que esto seguirá siendo así durante un tiempo, tendré que prestar atención a ese tobillo durante un período de tiempo más largo”, asegura.

No lo pasó nada bien durante los cinco meses de ausencia por esa lesión y algunos comentarios le hicieron daño. Pero una vez recuperado, asegura que ha vuelto “más fuerte mentalmente”. Todavía se le ve falto de ritmo y en el juego dinámico y eléctrico de Hansi Flick se nota más. Pero De Jong es optimista y explica que sus sensaciones cada vez son mejores. “Estoy empezando a sentirme cada vez más libre en mi cabeza. Es cuestión de jugar mucho, trabajar duro y entrenar mucho. Técnicamente, nunca he tenido dudas, si estoy en forma puedo sumarme. Jugar al fútbol es algo natural. Cuanto más ritmo tengas, más fluidez”, asegura.

De Jong, en ningún caso, se planteó retirarse de la práctica del fútbol a nivel profesional ni que la lesión pusiera en riesgo su carrera. “Nunca tuve la sensación de que debería dejar de jugar al fútbol. Fue bastante difícil, pero tuve mucho apoyo. De mi esposa, mi hijo, mi familia y mis amigos. De vez en cuando hablas detalladamente de ello con alguien y el apoyo de la gente que te rodea es muy agradable”, confesó el centrocampista de 27 años.