Darder: “Deberían matarme para que me fuera del Espanyol”

Una lona gigante adornaba una de las tribunas del RCDE Stadium con ese Darderismo que ha marcado el camino del Espanyol desde que lo acuñó en la gira estadounidense en 2018. Sergi Darder es un referente para la cantera, un “ejemplo” como lo calificó Diego Martínez, por lo que a su acto de renovación también acudieron jugadores del filial, de los juveniles y de los femeninos, porque su figura trasciende más allá del primer equipo. También, cómo no, Chen Yansheng, en su visita a Barcelona dos años y medio después. La capa del mallorquín pigmenta todo el Espanyol, como sus palabras, siempre ambiciosas.

El acto lo abrió un vídeo que repasó su trayectoria como jugador desde sus inicios, cuando su padre le puso una pelota en la cuna o cuando con 13 años tuvo que dejar su Artà natal para soñar con llegar a Primera División en la residencia del Espanyol: “Fue duro, lloraba casi cada día”. Su tesón le llevó al filial (hubo agradecimientos para José Manuel Casanova) pero los responsables del primer equipo no le vieron proyecció. Tuve que irse fuera a llenar la mochila de experiencia, a Málaga y Olympique, hasta que de nuevo le llamó el club blanquiazul: “En ningún lugar seré tan feliz como aquí”.

Mao Ye, el CEO del club, puso a Darder como “ejemplo” para toda la base y como “movimiento artístico”, mientras que Domingo Catoira lo bautizó como referente del nuevo proyecto. Darder derrochó optimismo: “Espero que cada año sea mejor, veo un proyecto muy ilusionante, lo que veo cada día la ilusión, es espectacular, es un momento importante, creceremos. Sabéis como soy, me guio por las sensaciones. El Espanyol ha vivido épocas europeas y me recuerda al imicio de esta época bonita y espero que sea mejor”, valoró. Y reiteró que “si he renovado es porque estoy contento con lo que tenemos”.

El futbolista, que reconoce que ha recibido alguna llamada de otros equipos, tenía claro que quería seguir de perico pero se ha dado un tiempo para la reflexión. Y este expiró esta semana. La llegada de Diego Martínez y los valores que le inculca al equipo han sido clave: “Fue un cúmulo de sanciones. La llegada de Diego Martínez ayuda mucho a tomar una decision, tuve charlas con él y vi la ilusión. Más que nombres propios es de la ilusión que veo en todos, empezando por el técnico, de no poner un tope e ir a por más y cada día ser mejor. Desde el primer día de la pretemporada lo tuve claro. Solo valoré quedarme aquí”, argumentó. Y sentenció: “Deberían matarme para que me fuera del Espanyol”.

No quiso hablar de objetivos concretos ni de exponer que es el Darderismo a día de hoy: “Ponerte una meta sería irreal. El Darderismo ahora mismo es no poner freno, tenemos un margen de crecimiento brutal. Tenemos jugadores con un proceso de adaptación. Intentaremos hacerles entender qué es el Espanyol”, comentó. Y, lo primero, cómo no, soñar con ganar de nuevo al Real Madrid: “Competir con el Madrid a un partido le podemos ganar. Cada día estamos mejor, empezamos desde cero, tenemos muchos nuevos. Hay una idea diferente a la anterior, todo tiene un proceso. Es el momento ideal para ganar al Madrid”, sentenció y se fue entre aplausos, con la familia, charlando con los empleados del club como uno más de la casa.