Cuando Manolo apretó a Marcelino

En cada jornada va Manolo González inaugurando nuevas casillas en las estadísticas de Primera División, que quedarán para la posteridad. Pero hay una que, en la temporada de su debut en la máxima categoría, el entrenador del Espanyol ya ha experimentado. Y es la de su enfrentamiento directo en los banquillos con el actual técnico del Villarreal, Marcelino García Toral. Sucedió hace seis años. Y el lucense le puso contra las cuerdas. Este jueves (19:00 horas) se reencuentran en el RCDE Stadium.

Su primera vez se remonta al otoño de 2018. Había superado el Ebro, de la extinta Segunda División B, hasta tres eliminatorias de la Copa del Rey, frente a Marbella, Real Murcia y Lleida. Así que se había ganado con creces el premio de medirse con un Primera que, además, participaba en la Liga de Campeones. Ese era el caso del Valencia. Entrenado por Manolo, el club zaragozano del barrio de La Almozara emigró para la ocasión hasta La Romareda, donde congregó a 9.911 espectadores en el partido de ida de los treintaidosavos de final.

Muy pronto parecían torcerse las cosas para el Ebro aquel 30 de octubre de 2018, con la expulsión de Tiago a los 28 minutos. Pero, fruto del tesón, incluso logró adelantarse, 1-0, con un tanto de Amelibia en el 61′. Auténtica gesta, complementada por el partidazo de Salva, el portero, que nada pudo hacer para evitar el doblete de Santi Mina -entonces aún no condenado por agresión sexual-, quien volvía a jugar tras mes y medio lesionado.

Y, aunque pudiera de nuevo parecer que la eliminatoria hacía bajada para el Valencia de Marcelino, tuvo que sufrir e incluso escuchar los silbidos de Mestalla en la vuelta, el 4 de diciembre de 2018, con Jaume achicando agua en la portería local y la defensa de los aragoneses por el contrario comportándose como un muro, sin sufrir ningún tipo de miedo escénico. Solo Batshuayi pudo dar la tranquilidad a los chés, con su diana en el minuto 58.

Aquel Ebro acabó el campeonato liguero noveno en el mismo grupo que el Barcelona B, a solo un punto, y que el Espanyol B de David Gallego, con ocho unidades más. Y al siguiente verano, Manolo regresaría al Badalona. Y el Valencia de Marcelino terminaría conquistando aquella edición de la Copa del Rey, al derrotar en la final al Barcelona (2-1).

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