Crisis en la Real Sociedad: radiografía de un equipo hundido y sin reacción

Tras la disputa de ocho jornadas en LaLiga EA Sports 2025-26, la Real Sociedad se encuentra en una situación crítica en la tabla clasificatoria. El equipo es penúltimo con tan solo cinco puntos, los mismos que el colista, el Mallorca. La reciente derrota (1-0) ante el Rayo Vallecano, donde el equipo se mostró ineficaz, sin fútbol y sin juego, ha profundizado esta dinámica negativa, marcada por la repetición de errores que están costando muy caros. Tras el parón de selecciones, que se va a hacer eterno, el equipo de Sergio Francisco vivirá una auténtica ‘final’ contra el Celta de Vigo en Balaídos, el 19 de octubre (16.15 horas). “Son momentos difíciles y debemos asumir la situación. Trabajar para revertirla y estar juntos para mirar hacia adelante y avanzar de la mano”, recogía el capitán Mikel Oyarzabal este lunes en su cuenta de Instagram.

Para entender la actual posición de la Real Sociedad hay que tener en cuenta una serie de circunstancias que han condicionado el rendimiento deportivo del equipo:

Planificación de plantilla y cierre tardío del mercado:

La configuración definitiva de la plantilla se extendió hasta el último día del mercado, pasada la jornada 3 de LaLiga. Este retraso limitó la capacidad de Sergio Francisco para trabajar e integrar a los nuevos fichajes con la competición ya iniciada. La incertidumbre sobre la permanencia de futbolistas como Sadiq y Odriozola (que inicialmente no tenían dorsal y luego se quedaron) inyectó inestabilidad. Además, el perfil de centrocampista ‘box to box’ requerido por el técnico (Yangel Herrera) y Carlos Soler se incorporaron el último día, llegando el primero de ellos lesionado y sin haber podido debutar aún. Por otro lado, la incertidumbre de algunos jugadores de la plantilla con su futuro descentró al grupo en varios momentos. Los propios futbolistas reconocieron estar deseando que cerrara el mercado porque había compañeros que igual estaban, y al día siguiente no. En los últimos días salieron Javi López, Urko, Pacheco o Becker. No hay que olvidar la pérdida dolorosa de Zubimendi, que puso rumbo al Arsenal.

Desequilibrio de efectivos por líneas:

A Sergio Francisco le ha quedado una plantilla cargada de centrocampistas, pero muy corta de efectivos en defensa, y que sigue sin contar con un delantero de referencia. Son nueve los centrocampistas: Gorrotxategi, Turrientes, Marín, Soler, Yangel Herrera, Brais, Sucic, Zakharyan y Goti. Sin embargo en la zaga, cuando ha faltado Jon Martin y se ha lesionado Aritz Elustondo, ha habido que echar mano del filial, que no anda precisamente tampoco sobrado de centrales. En el lateral derecho se pasó de cuatro efectivos, a Aramburu y Odriozola, que era uno de los descartados en verano. Rupérez, que era la apuesta de segundo lateral, lleva lesionado desde pretemporada. Y en ataque, con Oskarsson lesionado desde el anterior parón, y por mucho que estén de forma Barrenetxea y Oyarzabal, cuesta un mundo hacer goles. Guedes llegó en verano, pero dista mucho a día de hoy a de ser el del Valencia, y tampoco es un goleador. El máximo anotador hasta la fecha es el eibartarra con dos dianas.

Jugadores desmotivados:

El hecho de haber tantos futbolistas en la medular hace que muchos de ellos no estén contando prácticamente con minutos. Hasta que empiece la Copa del Rey el equipo sólo está en una competición al no haberse clasificado la temporada pasada para Europa, y por tanto no es fácil repartir las oportunidades. El técnico está apostando sobre todo en la medular por jugadores como Gorrotxategi, Pablo Marín, Brais Méndez, y en las últimas jornadas Carlos Soler. Comenzó teniendo protagonismo Beñat Turrientes, pero fue desapareciendo del equipo. Otros como Sucic, Zakharyan o Goti, que disputó sus primeros minutos contra el Real Madrid, y luego no ha vuelto a jugar. El croata no oculta su malestar por no jugar, y Goti tampoco está contando con las oportunidades que esperaba.

El caso de Zakharyan es más complicado, porque realmente es un jugador que desde que llegó casi ha estado más fuera que en el equipo, y no sólo físicamente. En cuanto a Sucic, los pocos minutos que está jugando Sucic es como perder un cambio, ya que parece que el partido no fuera con él. Son jugadores que, salvo en el caso del futbolista de Gorliz, llegaron para dar un salto de calidad a la plantilla, y nada más lejos de la realidad. En ataque pasa parecido con los delanteros. Oskarsson está lesionado, lo que daba más oportunidades a Karrikaburu de tener minutos, pero el canterano ha visto como Sadiq salía por delante suyo; el nigeriano ha querido marcharse todo el verano de la Real, y él apostó por quedarse en la plantilla txuri-urdin, y trabajar desde el primer día de pretemporada pese a tener muchas ofertas para salir. Tampoco está contento con su situación.

La gestión del cuerpo técnico y el encaje de la plantilla:

Sergio Francisco estuvo tres años en el filial haciendo un enorme trabajo, y dejando a los ‘potrillos’ enfilados para el ascenso a Segunda División, que se consumó al término de la temporada. Asumió el cargo aún sin terminar el pasado curso para ir trabajando de la mano con Erik Bretos, también debutante en el cargo tras muchos años con Roberto Olabe, pero heredó una plantilla que ya el curso pasado mostró signos de debilidad, y de la que encima se marchó Zubimendi. El irundarra ha recibido las ‘armas’ para trabajar tarde, no ha tenido tiempo para ensamblar al equipo, y ha tenido que hacerlo sobre la marcha, con jugadores que distan mucho de estar a su mejor nivel. No obstante, el equipo no está respondiendo de momento a sus ideas, y no logra dar con la tecla para motivar a sus jugadores o que cale su mensaje. Los jugadores repiten que la culpa es 100% suya y que están contentos con el técnico, pero de momento no se está viendo en el terreno de juego esa sintonía. No está acertando en los cambios, y la estrategia, pese a haber traído a un especialista, no funciona.

Riesgo en los refuerzos: fichajes por ‘recuperar’:

El club optó por incorporar jugadores de calidad, pero cuyo rendimiento estaba lejos de su mejor nivel en las últimas temporadas. Este es el caso de Guedes y Carlos Soler. Ambos han mostrado un rendimiento inicial por debajo de las expectativas, condicionado en parte por un estado físico que aún no es óptimo. El central Duje Caleta-Car tampoco ha ofrecido el impacto diferencial esperado. Yangel Herrera aún no ha podido debutar, y se le espera para después del parón.

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