Corberán “acopla” sus piezas

Carlos Corberán regresó de Barcelona con el sabor agridulce del gol encajado en el último suspiro del partido. “Estuvimos a punto de conseguirlo...”, lamentó el técnico, amargado a su vez por haber encajado los dos goles en acciones a balón parado. Al menos el Valencia rompió la racha de derrotas lejos de Mestalla, sumando su primer punto a domicilio, con los que suma 8 (44,4% de los 18 disputados). Pero por encima del resultado, en opinión del técnico, el equipo dio síntomas de estar en la “línea” correcta. O Como apuntó Arnaut Danjuma en la zona mixta de Cornellá: “Estamos creciendo”.

Corberán dijo en la previa del Espanyol una frase que resume la fase competitiva y de formación en la que aún está su equipo: “Lo mejor del Valencia CF todavía no se ha visto y tiene que ver con el acople de los nuevos que han llegado al equipo”. El Valencia, cierto es, arrancó la pretemporada hace ahora 79 días, si bien, hay matices a tener en cuenta, que dan argumentos para pensar como se señala desde el vestuario a una evolución en positivo del equipo en las próximas jornadas. El Valencia empezó a entrenar el 7 de julio con 25 jugadores del primer equipo, de los cuales 9 ya no están. El único fichaje que comenzó desde el primer día fue Raba y de los ocho refuerzos que llegaron solo cuatro (Raba, Copete, Agirrezabala y Santamaria, este 13 minutos en el Trofeo Naranja) participaron en alguno de los cinco amistosos.

El Valencia apuró el mercado hasta el último suspiro del mismo y de ahí el “acople” al que hacía mención Corberán. El cuerpo técnico tiene herramientas a las que está ensamblando con la competición en marcha. Así, sin ir más lejos, la pareja Pepelu-Santamaria la probó por primera vez en Cornellà. “No la vi mal. En esa primera parte es cuando mejor estuvo el Valencia, presionaron bien hasta el 0-1, incluso en la salida de balón se movieron bastante bien, se acercaban a los centrales que les daban mucho balón. Me extrañó el cambio de Pepelu tan pronto después, no sé si sería por un problema físico, pero el partido lo estaba llevando bien”, apunta al respecto Fernando Gómez Colomer. La pareja Santamaria-Pepelu recuperaron 11 balones, intervinieron en 91 acciones y realizaron 79 pases(19 en el último tercio del campo).

Pepelu y Santamaria presionaron bien hasta el 0-1, incluso en la salida de balón se movieron bastante bien"

Fernando Gómez Colomer

Santamaria llegó el 7 de agosto. Su estado físico distaba de ser el ideal, aunque nada que no se tuviera en previsión cuando se le fichó, además necesitaba una lógica adaptación al ritmo de España. Idéntico caso al de Filip Ugrinic, que aterrizó en Manises un día después que el francés (con el agravante de su lesión). Cuando Santamaria y Ugrinic llegaron ya no había amistosos que disputar (los 13 minutos mencionados de Santamaria contra el Torino, más de cara a la galería), la competición arrancó pocos días después. Ramazani, otro ejemplo, debutó contra el Getafe sin tan siquiera haber realizado un entrenamiento en grupo.

Una defensa prácticamente definida

Así que el cuerpo técnico tenía una doble misión con todos ellos: un plan de preparación física particular y un cursillo avanzado de conceptos tácticos. El parón por selecciones de principios de septiembre le vino bien a Corberán para avanzar en puesta en marcha de Santamaria, que desde entonces ha sido titular en los tres partidos disputados (Barcelona, Athletic y Espanyol). A Danjuma le ha dado galones desde el primer día (ha jugado en las seis jornadas, las últimas cinco de titular), mientras que Lucas Beltrán está participando en las segundas partes desde que llegó (13 minutos contra el Barcelona, 19 contra el Athletic y 30 contra el Espanyol), al igual que Ugrinic. “Filip está todavía en una fase inicial, pero tenemos mucha confianza en él, apuntó Corberán sobre el suizo.

Corberán está encajando las piezas de su puzle partido tras partido. De ahí los cambios en el once (no ha repetido alineación) y a partir de ellos, los diferentes planteamientos tácticos que ha utilizado. De momento, lo que ya tiene más definida es su línea defensiva. La pareja Diakhaby-Tárrega se ha ganado el rol de indiscutible, con una actuación mayúscula de ambos en Cornellà. La única variación que puede producirse en las próximas semanas en la línea de cuatro que forman junto a Foulquier y Gayà está en el lateral derecho. El cuerpo técnico tiene depositadas muchas confianzas en el regreso de Thierry Rendall, un futbolista que en opinión del propio Corberán tiene “unas condiciones físicas por encima de la media de la competición, con una explosividad tremenda”.

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