Condenados a entenderse

El parón de selecciones ha llegado a su fin y este fin de semana vuelve a la carga el Real Madrid, con una salida relativamente asequible (el Leganés es 14º en la tabla), aunque en un estadio siempre complicado como Butarque. Jugará el Madrid sabiendo ya lo que ha hecho el Barcelona el sábado en Balaídos, visita complicada para los de Flick, y con la oportunidad, si hay pinchazo de los culés, de ponerse a tres puntos con un partido menos (el aplazado que tiene el Madrid contra el Valencia en Mestalla, a causa de la DANA). Pero para ello sobre todo debe ganar en Butarque, donde el ataque estará formado seguro, al menos, por Vinicius y Mbappé.

Decimos al menos porque caben dos opciones tras la lesión de Rodrygo: que salga el equipo blanco con cuatro medios y sólo dos atacantes o que vuelve al 4-3-3 con el que ya formó ante Osasuna, firmando su mejor partido del curso. En aquel caso, tras la retirada por problemas físicos del brasileño, entró en su lugar Brahim y se mantuvo el dibujo con tres atacantes. Y si se basa Carletto en rendimiento reciente, debería mantener la apuesta: el malagueño vuelve a Madrid tras haber marcado nada menos que cinco goles en dos partidos con Marruecos.

Pero, pase lo que pase, Mbappé y Vinicius estarán en la ecuación. Y estarán del mismo modo que llevan estando toda la temporada: el brasileño por la izquierda y el francés en punta de ataque. Es esta una cuestión que ha generado debate: ¿debería explorar el italiano un cambio de dibujo o una permuta de posiciones para que Kylian pueda partir desde la izquierda, el costado desde el que ha demostrado ser letal en PSG y Francia? La pregunta está en el aire, aunque Ancelotti lo tiene bastante claro: no va a tocar nada en ese sentido.

Y así lo viene diciendo desde hace tiempo. Ya al final del pasado curso, entrevistado por Jugones, Ancelotti decía: “Ahora dice que le cuesta jugar más por la izquierda y yo le digo que tiene que jugar por la izquierda. La movilidad es importante”. Se refería el italiano a que la pasada campaña la posición de Vini se centró para adaptarse a ese dibujo 4-4-2 con Bellingham. Pero la llegada de Mbappé cambió esa idea y Carletto ya lo tenía claro en julio: “Encajar a Mbappé no será un problema, es importante recordar lo que dijo, él se adaptará al equipo. El punto clave es que cada jugador tiene que poner su talento y calidad al servicio del equipo. Le veo jugando delante con el ataque bastante abierto. El ataque cubre 68 metros de ancho y tenemos que cubrir estos 68 metros con los delanteros”.

“Mbappé es el mejor... o uno de los mejores”

Y en agosto, con la temporada ya empezada y el francés jugando sus primeros minutos como delantero centro, insistía: “Mbappé es un delantero espectacular, muy rápido, que ataca la espalda… No hace falta que vaya por la izquierda o por la derecha, al final va a marcar goles”. Carletto anda además intentando mantener un equilibrio complicado, en el cual dé más peso y cariño a Mbappé, pero sin ofender a otras figuras como Vinicius y Bellingham que el curso pasado le hicieron ganarlo todo. En una rueda de prensa reciente le dio la categoría de mejor del mundo y a renglón seguido rectificó para incluir al resto, por lo que pueda pasar: “Esta temporada hemos perdido a Kroos, Nacho y Joselu y ha llegado el mejor del mundo... O uno de los mejores jugadores del mundo. Tenemos mejor plantilla que el curso pasado, pienso que sí”.

Pero la clave está en si se abre o no Ancelotti a un movimiento de piezas, a ver a Mbappé en la izquierda y a Vinicius de nueve, y de momento parece que la respuesta es no. Así lo dijo en la rueda de prensa previa al duelo contra Osasuna, el último antes de este parón de selecciones: “No he querido cambiar la posición del jugador que marca la diferencia (Vinicius) y porque creo que Mbappé tiene las características para ser un delantero. A veces se cambian de posición, pero yo no quiero tocar eso”. La temporada de momento demuestra que por la izquierda, Vini es desequilibrante y además, letal: 12 goles y 7 asistencias en algo más de 1.400 minutos. Pero al mismo tiempo, prueba la incomodidad de Mbappé por el centro del ataque: 8 goles y 2 asistencias en algo más de 1.300 minutos y sólo un tanto en los últimos siete partidos que ha jugado (se perdió uno por lesión). La solución, ya lo dice Ancelotti, está en la movilidad y en que el francés aprenda el oficio de nueve cuanto antes. Porque cambiar los puestos de salida, de momento, no es una opción.

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