Con Suso en la recámara

Aunque perdió un balón básico que acabó convirtiéndose en el gol rival, Suso volvió a dejar detalles de la calidad que posee en su pierna zurda durante la recta final del encuentro contra Osasuna. Sobre todo, en su capacidad combinativa al borde del área, un desborde para el que quizá le falta algo más de ritmo y un gran balón parado. En este Sevilla tan de mínimos, la capacidad del extremo gaditano sigue siendo muy necesaria.

Suso apenas ha jugado a cuentagotas por dos lesiones que todavía no le han dejado coger la forma. Es un futbolista diésel, al que le cuesta. Un esguince de rodilla le mantuvo de baja durante toda la primera parte de la campaña, hasta casi octubre. Después de regresar y jugar minutos sueltos durante cuatro jornadas, ante el Barcelona volvió a sufrir un problema físico, en este caso muscular, que le apartó otros tres encuentros de Liga.

Volvió para el cuarto de hora final ante el Rayo Vallecano y contra Osasuna jugó un poco más. Xavi García Pimienta, ávido de efectivos en el extremo, mantiene algo la fe en el extremo y espera que dé un paso adelante en esta recta final de año. Porque nadie asegura que vaya a seguir después de enero.

Suso tiene de contrato hasta el final de esta campaña y, salvo sorpresa, no renovará con el Sevilla. Sí existe la posibilidad de deshacerse de su importante ficha en el mercado invernal e incluso ingresar algo de dinero si vuelve a producirse una oferta desde Oriente Medio, algo que ya ha ocurrido en los últimos mercados. Pero no ha existido acuerdo entre las tres partes y el gaditano acabó quedándose en Nervión, a donde llegó, procedente del Milán, en el invierno de 2020.

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