Al Leganés sólo le queda una plaza para fichar a un extracomunitario tras Porozo y Tapia

El fichaje de Jackson Porozo (central ecuatoriano cedido del Troyes, 24 años) deja al Leganés con solo una ficha libre para poder incorporar jugadores extracomunitarios en su plantilla. LaLiga permite en Primera División que cada equipo tenga hasta tres jugadores con pasaporte no comunitario. Ahora mismo, en conjunto de Borja Jiménez tiene dos futbolistas que cumplen esa condición. Uno es el mismo Porozo. El otro, Renato Tapia. Más allá de nacionalidades, el Leganés solo cuenta con tres vacantes para fichar. Y eso teniendo en cuenta que no se ha inscrito a Javier Avilés mientras se le busca destino. De tener que inscribirlo serían dos plazas.

En el caso de Renato Tapia, el futbolista peruano inició hace unos años los trámites para su nacionalización como neerlandés tras haber jugado desde juveniles en el Twente, primero, y después en Feyenoord y Willem II. En total, siete años estuvo en Holanda. Sin embargo, el jugador nunca logró la nacionalidad. Fue, de hecho, motivo de controversia en Vigo, cuando el Celta lo incorporó pensando que pronto la lograría, pero no fue así. Aunque en algunos portales especializados en estadística le otorgan esa doble nacionalidad, el Leganés confirma que no la tiene. Es extracomunitario.

Extranjeros comunitarios

Aún así, el Lega tiene todavía una bala más para fichar algún extranjero de esta condición si así lo desea, toda vez que el cupo de extracomunitarios cambia de Segunda a Primera. En la categoría de plata son sólo dos plazas. En Primera, las citadas tres. En el Leganés hay varios jugadores que podrían ser carne de futbolista no comunitario, pero muchos de ellos disfrutan precisamente de pasaportes que les permite evitar esta condición.

Ocurre con Juan Cruz o Julián Chicco, ambos argentinos, pero con pasaporte europeo. El primero, español. El segundo, italiano. Los serbios Dmitrovic y Brasanac tampoco cuentan como extracomunitarios, toda vez que, pese a que Serbia no forma parte de la Unión Europea, en términos deportivos, no computan como extranjeros. Tampoco los africanos Neyou (Camerún), ni Cissé (Guinea). El tratado de Cotonú y los acuerdos de Samoa les permite jugar como comunitarios.

Por último, Munir El Haddadi, penúltimo refuerzo del Leganés, goza de la nacionalidad marroquí para jugar con el combinado alauí, pero la realidad es que su pasaporte es español. Nació en El Escorial y sólo el origen de sus padres le abre las puertas para competir con el conjunto norteafricano con el que, eso sí, tuvo que protagonizar un histórico conflicto después de haber jugado un partido oficial con la absoluta española.

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