Clamor en el Madrid

Si la cuestión arbitral era un asunto espinoso y que en los últimos meses, especialmente a raíz del descubrimiento del caso Negreira, era especialmente sensible en el seno del Real Madrid, los acontecimientos de las últimas jornadas han acentuado la irritación que la entidad tiene con los arbitrajes. Lo sucedido en Mestalla, cuando Gil Manzano señaló el final del encuentro mientras Brahim centraba el balón que un suspiro después Bellingham remataba a gol sin que subiera al marcador, ha inflamado esa indignación. En los despachos del club no dan crédito a lo sucedido en Valencia y recelan de varias polémicas que han sucedido en las últimas jornadas, perjudiciales para el Madrid y favorables al Barcelona.

Para más inri de lo sucedido en Mestalla, más allá de la propia no concesión del gol en sí, al Madrid le parece el colmo que expulsen a Bellingham por decirle al árbitro “It’s a fucking goal” [”Es un jodido gol, en inglés”]. En el club sostienen que el inglés nunca insultó al árbitro y alucinan con la redacción del acta de Gil Manzano, en la que el extremeño expresó que Jude se dirigió hacia él “en actitud agresiva”. Unos términos que pueden condenar a Bellingham y dificultad enormemente su defensa en el recurso que el Madrid presentará ante el Comité de Competición para que le retiren la roja. Con eso el golpe fue doble: los dos puntos de los que privó al Madrid y dejar a Ancelotti sin su estrella los dos próximos partidos. Cabe recordar que hace apenas dos jornadas una redacción muy genérica del acta del Rayo Vallecano-Real Madrid por parte de Muñiz Ruiz impidió que prosperase el recurso por la segunda amarilla que vio Carvajal y por la que no pudo jugar ante el Sevilla.

El efecto de la Liga adulterada de Xavi

Tras el partido de Mestalla, en el club hablaban en términos de que se está ‘reseteando’ la Liga para meter al Barça en la lucha por el título. Incluso tienen situado un punto de inflexión: los ataques que Laporta y Xavi lanzaron hace un mes cuestionando la integridad del campeonato. Todavía con los rescoldos de la tormenta desatada por lo ocurrido en el Real Madrid-Almería, el presidente azulgrana llegó a calificar de “vergüenza” los vídeos de Real Madrid TV. Inmediatamente después de esas declaraciones, el 2 de febrero Xavi se mostró de acuerdo con las palabras de Laporta y, sobre el canal del club blanco llegó a decir: “Adulteran la competición por completo y semana tras semana (…) Ya lo dijo Simeone”. En referencia, esta última frase, a “la Liga peligrosamente preparada para el Real Madrid”, que el técnico del Atlético vaticinó para la 2015-2016 [y que acabó ganando el Barça]. En el club blanco consideran que “hay un doble rasero desde aquellas declaraciones y nos ha costado seis puntos”.

Creen en el Madrid que hay un efecto directo entre las quejas de Xavi y Laporta y la tendencia que se observa en las últimas jornadas. Consideran, de hecho, que existen ejemplos jornada a jornada. Sin ir más lejos, el arbitraje que sufrió el Madrid en el derbi contra el Atlético dos días después de aquellas palabras de Xavi. Sánchez Martínez dejó sin señalar tres penaltis a favor del equipo de Ancelotti (uno de Saúl a Lucas Vázquez y dos –uno de Savic y otro de Llorente– a Bellingham) y desde el VAR Prieto Iglesias no requirió al árbitro de campo que acudiera a ver en el monitor ninguna de las tres jugadas. “Si en el derbi llegamos a hacer tres penaltis al Atlético y no se los pitan, al día siguiente habría habido diez comunicados”, subrayan desde la planta noble de Valdebebas. Dos puntos que volaron del Bernabéu.

El Barça, beneficiado las dos últimas jornadas

Desde el Madrid describen un clima que no sólo se ha vuelto en contra, sino en el que identifican jugadas concretas en los dos últimos partidos del Barça que han beneficiado a los azulgranas. Hace dos jornadas (en la 25ª), el equipo de Xavi ganó en Vigo con un penalti en el minuto 93 que señaló Pulido Santana contra el Celta. Guaita detuvo el penalti a Lewandowski en primera instancia, pero Pizarro Gómez observó desde el VAR que, mientras el polaco ejecutaba la pena máxima, con una paradinha mediante, Guaita se precipitaba y se adelantaba. Repetición del lanzamiento, que esta vez Lewy sí transforma… mientras Raphinha invade el área [reglamentariamente, ya que esa incursión sólo es sancionable si el brasileño hubiera intervenido tocando el balón].

La misma jornada del penalti del Barça contra el Celta, el Madrid ve cómo le pitan una pena máxima en contra frente al Rayo al que recurren como agravio comparativo con otro penalti que ‘perdonan’ a los azulgrana una semana después ante el Getafe. Ambos partidos los pitó Muñiz Ruiz. En dos jugadas clavadas, el gallego sí castigó en Vallecas una mano de Camavinga tras acudir al monitor del VAR a instancias de Melero López. El penalti supuso el empate y otros dos puntos que se le escurrieron al Madrid. Pero, seis días más tarde, en una acción muy parecida el propio Muñiz Ruiz no sancionó una mano de Koundé cuando el partido frente a los azulones todavía estaba 0-0 ni Prieto Iglesias (este fue, recordemos, el árbitro de VAR del derbi del Bernabéu) le llamó desde la sala VOR para revisar la jugada.

Negados con Gil Manzano en Mestalla

El caos vivido en el final del partido contra el Valencia (otros dos puntos al limbo para el líder) hizo revivir otro arbitraje de Gil Manzano en Mestalla que fue nefasto para el Real Madrid, que tiene un balance notablemente positivo en sus 49 encuentros con el colegiado extremeño, pero curiosamente dos de los cinco partidos que los blancos han perdido con él han sido en el coliseo che.

De infausto recuerdo es el arbitraje que sufrieron hace tres temporadas, en la 2020-21, cuando el Madrid cayó 4-1 con tres penaltis en contra (la primera vez en la casi centenaria historia de la Liga que le sucedía al Madrid en un mismo partido), uno a favor que no señaló y un gol fantasma concedido que ni siquiera debió ser debatido al haber una falta previa de Cheryshev a Asensio.

En el club no se explican qué problema tiene Gil Manzano con el Madrid cuando le pita en Mestalla. Un misterio que causa perplejidad en el club, incrédulo ante lo vivido en el partido de este sábado y en el mismo duelo de hace tres campañas.

Con esos precedentes, en el Madrid ya hay preocupación por lo que pueda suceder en jornadas venideras. Con una victoria en San Mamés, el Barça puede ponerse a seis puntos del Madrid y reengancharse a la lucha por la Liga, todavía pendientes de un enfrentamiento directo que genera inquietud. “Da pánico pensar qué árbitro van a ponernos en el Clásico del Bernabéu el 21 de abril”, deslizan desde el club. Un partido que puede apretar la Liga a falta de sólo seis jornadas para el final del campeonato.