Cissé: “De pequeño me llamaban el Iniesta de Guinea”
El mediocampista guineano del Leganés recibe al equipo que lo inspiraba cuando era pequeño, antes de dar un salto a Europa con odisea administrativa de por medio.
Seydouba Cissé (Guinea, 24 años) nació en África, pero es puro Leganés. Cercano, vivaracho y humilde (todavía vive en el barrio de Leganés Norte) derrocha agradecimiento pepinero por la oportunidad que le dieron de jugar en España. Ahora juega contra el Barça que dibujó sus sueños de infancia.
Oiga, nos ha posado muy serio en las fotos y usted es un tipo jovial…
A veces me toca sacar una cara seria. Mostrar que yo también soy consciente de lo que está pasando con mi equipo. Con mi club. La situación es complicada…
Poca broma…
Claro… pero todo depende de nosotros, podemos salir de ahí abajo.
Y aún así se les nota muy preocupados…
Sí, sí… sabíamos que no iba a ser fácil en Primera División para un ascendido que viene de ganar mucho en Segunda. Pero lo importante es que nos estamos concienciando de que lo podemos sacar porque dependemos de nosotros. Tenemos eso en la cabeza. Vamos a luchar, eso hay que darlo por seguro.
Puntuar contra el Barça quizá sería clave para cambiar la inercia mental.
Somos conscientes de que puntuar contra el Barça cambiará la dinámica. No te digo ya ganar. Necesitamos algún triunfo para darle alegría a nuestra gente.
El ambiente dentro, ¿está muy raro desde la gestión por la salida de Txema?
Para mí sí, es un ambiente raro, pero porque es la primera vez que he vivido una situación así. La ventaja que tenemos es que este grupo es magnífico y hablamos mucho entre nosotros. Somos como una familia. Intentamos enfrentar cualquier situación para darle una solución correcta y seguir adelante.
¿En su carrera, Txema Indias que ha representado?
Personalmente a mí me ayudó mucho. Pero desde el primer día, desde que subí a entrenar con el primer equipo, hace mucho tiempo. Me llevo fenomenal con él y con Antonio Acosta, que está con él en la dirección deportiva. Txema es un tío cercano. Que habla con los jugadores de fútbol, pero sobre todo de los problemas personales y familiares que tienes…
Todos los futbolistas destacan eso…
Claro, es una persona increíble. Habla contigo para animarte, para buscar solución a si tienes alguna cosa personal que te preocupa. Desde que subí al primer equipo me dijo: ‘Para cualquier cosa puedes contar conmigo, hablar conmigo. Sea lo que sea, de fútbol o no. Si te puedo ayudar, te ayudo’.
“¿El cambio de la dirección deportiva? Para mí sí, es un ambiente raro, pero porque es la primera vez que he vivido una situación así?”
Seydouba Cissé, jugador del Leganés
Barcelona para usted es una ciudad especial…
Sí, sí, por todo. En lo futbolístico porque en Guinea la gente sigue a dos equipos por encima de los demás: el Barcelona y el Real Madrid. Y mi familia, que es muy futbolera, le ha gustado siempre el Barcelona. Yo desde pequeñito seguía al Barça en los años de Iniesta, de Ronaldinho…
Y ahora jugando contra el Barça…
Imagínate. Es un partido muy especial porque pienso de dónde vengo y el recorrido… es alucinante. Estos días me acuerdo mucho de los días que veía al Barça por la tele en Guinea y ahora estoy aquí, jugando contra ellos.
Pero su familia en este Leganés – Barça irá con el Leganés, ¿no?
(Risas) ¡Mi familia va con el Leganés a muerte! Pero si cada vez que termina un partido del Leganés, con esta situación complicada… el sentimiento de mi familia es como el de la gente de aquí. Quieren mucho el club. Mi mamá y mi papá me llaman preocupados, pero me animan, me dicen que hay que pelear y buscar soluciones… Estamos en el mismo barco mi familia y yo para este partido y para lograr la permanencia.
Para usted Barcelona también es especial por lo personal.
Claro, porque es la primera ciudad a la que llegué a España. Tengo muchos amigos e incluso familia allí. Y sobre todo el padre de Ilaix Moriba, que es quien me trajo a España y con quien paso mucho tiempo. A veces me escapo para Barcelona, estoy allí en su casa, me quedo con ellos.
“Mi familia veía al Barcelona cuando yo era pequeño y a mi padre le encantaba el ‘tiqui-taca’. Pero hoy van a muerte con el Leganés. Su sentimiento es igual que el de la gente de Leganés”
Seydouba Cissé, mediocampista del Leganés.
Usted tuvo dos salidas de Guinea. La primera para probar suerte en Europa siendo un crío… ¿fue complicada?
Te voy a ser sincero: comparado con otros amigos que he tenido no fue nada complicada. Yo supe aprovechar la oportunidad, hay que estar vivo en la vida para pelear por lo que quieres.
¿Cómo fue?
Primero me fui a Bélgica, luego a Dinamarca y de ahí, a Barcelona. Y claro, España… pufff…
¿Qué?
Pues que con respeto a todo el mundo, en España he encontrado lo que soy yo. Gente buena que me ha ayudado además del club que me ha ayudado a ser el futbolista profesional que soy ahora. Estoy disfrutando y cumpliendo mis sueños. Siempre le daré las gracias a España y al Leganés.
Pero cuando el Leganés lo ficha, hay una segunda odisea en Guinea con el tema del visado…
Eso es. ¿Sabes qué? Cada vez que me siento mal o me entran dudas, me acuerdo de aquel momento difícil y se me pasan, porque aquello sí que fue difícil…
Porque tardó cinco meses en conseguir el visado español…
Claro, yo estaba en España, pero con el visado de Dinamarca y aquello no me valía para fichar por el Leganés. Tuve que volver a Guinea para conseguir un visado español.
Y en medio de ese proceso, hubo un golpe de Estado en Guinea y le cerraron la embajada.
Yo iba todos los días a llamar a la embajada y no había forma. No me dejaban entrar para conseguir los papeles. Ahí me ayudó mucho Jorge Broto, el director de cantera del Leganés. Porque cuando yo volví a Guinea, el tiempo medio para un visado era de un mes…
Pero fue más tiempo…
Claro. Un mes. Dos meses. Tres meses. Cuatro meses. Al final tardé cinco meses. Y en ese tiempo pensaba que ya no volvería. Que se cansaría de esperar el Leganés. Incluso llegué a pensar en que tenía que mentalizarme que me tocaría jugar en la liga de Guinea. Pero ahí apareció Broto…
Cuente…
Pues todos los día le llamaba y le contaba. Y él me decía: ‘Acércate a la puerta, llámame y les pasas el teléfono’. Yo lo hacía, pero no me dejaban entrar y dejarles el teléfono. Yo estaba desesperado. ‘Broto, que no me dejan’, le decía. Y él insistía: ‘Inténtalo, inténtalo’. Y al final consiguió hablar con la embajada, consiguió que me mandaran una cita para dar los papeles y cerrar el visado.
Al padre de Ilaix, ¿cómo lo conoce?
A través de un entrenador que tenía en mi academia, de Tuga. Jugué el Mundial sub-17 y después de un partido contra Alemania, ya en el hotel, me llamó mi entrenador para decirme que me venía a visitar el padre de Ilaix. Entonces ya estaba Ilaix en la Masía.
¿Y?
Me contó que había traído ojeadores al partido y que les había gustado, que querían intentar buscarme algún club en Europa para probar. Ahí empezamos la relación, aunque empezó la cosa rara…
No le entiendo…
Sí, que nos hicimos una foto en el hotel y se la pasamos a mi familia y a Tuga, mi entrenador en la academia. Y él la colgó en Facebook. La gente se volvió loca diciéndome que yo iba a fichar por el Barça porque estaba con el padre de Ilaix. El padre de Ilaix me llamó rápido para decirme que no era así, que él vivía en Barcelona, pero que eso no significaba que íbamos a jugar en el Barça.
¿El Barça le tentó alguna vez?
No, jamás hice la prueba con ellos.
¿Con quién la hizo?
Probé con el Anderlecht, con un equipo danés y luego ya en España con el Leganés.
Pues el estilo del Barça no le sienta mal a usted…
Sí, se parece, claro. En mi país me llamaban Iniesta y a mi padre y a mí nos encantaba ver al Barça por el tiqui-taca. Claro que se aprende mucho más in situ que en la tele.
¿De verdad?
Sí, sí. Cuando jugamos allí en Montjuïc me llamó mi padre para preguntarme cómo me había sentido y le dije que bien, pero que sobre todo había aprendido mucho viendo el juego del Barça y de Pedri. Yo intentaba defenderle, pero con sus movimientos y de cómo controla la pelota aprendí.
¿Es su jugador favorito del Barça?
Sí, sí. La tranquilidad que tiene ese chico es increíble.
Usted está jugando más en Primera que en Segunda…
Hay algo detrás de eso, que es mi trabajo. Yo estoy con gente que me ayuda a mejorar cosas. Y además ésta es mi segunda temporada con el míster, que me conoce más. Además, ahora disfruto mucho de Primera. Esa alegría la tengo de corazón. Estoy concentrado y trabajando mucho fuera para estar al máximo. En Primera es todo diferente con respecto a Segunda…
Siempre dice que le gusta ser ejemplo, ¿lo está siendo con Yan Diomande, la nueva perla del Lega?
Sí, hablo mucho con él. Pero incluso antes de que empezara a entrenar con el primer equipo. Es que tenemos un amigo en común en Costa de Marfil y ya me dijo que venía para acá. El problema es que apenas llegó, se lesionó. Así que después de entrenar, un día me encontré con él y le invité que se viniera a mi casa.
¡Qué detalle!
Es que la comida de Costa de Marfil y la de Guinea no es tan diferente. Así que le dije que pediríamos a un restaurante guineano que conozco y podíamos ver juntos un partido de fútbol en mi casa para hablar. Quería animarle, porque estaba lesionado y quería ayudarle. Hoy mismo hemos hablado una hora…
Es usted su confesor…
(Risas) Le he estado contando las teorías de Seydouba Cissé sobre el Leganés y la oportunidad que tiene él… que es la hostia. ¡Que ha debutado en el Bernabéu contra el Real Madrid! Ahora va a jugar contra el Barça. Es algo importante, inolvidable, que debe aprovechar para que la gente sepa quién es Diomande, pero con humildad, escuchando a la gente, aprovechando la oportunidad.
Dicen que es muy bueno…
Sí, lo veo entrenando y es así. Subió con el primer equipo cuando yo estaba con la selección en Guinea, y el último día antes de jugar contra el Real Madrid lo vi en el entreno y dije… ‘¡Pero este chaval tiene cosas!‘. Luego llamé a mi amigo de Costa de Marfil para decirle que no me había contado lo bueno que era. No tiene miedo. Coge la pelota y juega como cuando juega con los chicos del filial. Además de que disfruta mucho. Le animo y le aconsejo eso, que tiene que disfrutar y estar concentrado.
“A Diomande lo invité a comer cuando aún no había subido al primer equipo para ayudarle. Le vendo mis teorias de Cissé. Que vea que tiene una oportunidad de la hostia y que sea humilde para aprovecharlo”
Seydouba Cissé, jugador del Leganés.
Su representante también es uno de los representantes de Ter Stegen. ¿Lo conoce?
Sí, sí, lo conocí en Montjuïc, después del partido contra el Barça. Estuvimos charlando en el túnel de vestuarios. Mi agente me llamó en el hotel y me comentó que había avisado a Ter Stegen de que me dijese algo para saludarme. Me pidió que me presentase en persona. Alguna vez habíamos hablado por WhatsApp pero nada más.
¿Y?
Me presenté y me dijo: ‘¡Ah! ¡El famoso Cissé!’
Vamos, que su agente es muy pesado hablando de usted.
(Risas) Eso me dijo, que me hablaba mucho de mí. Me dio ánimo, me pidió que siguiera trabajando así y que nos veríamos cuando estuviera recuperado.
Hablando de su agente… usted termina contrato el año que viene.
No estoy pensando en ello. Ahora en lo que pienso mucho es en la salvación del equipo.
Si hay descenso, ¿a usted le importaría seguir?
No, no me importaría. Tengo un año más. ¡Pero yo lo que quiero es seguir en Primera! Ahora que estoy cogiendo ritmo de Primera, disfrutando de Primera, no quiero perderme eso. Ojalá logramos la permanencia para seguir disfrutando de Primera.
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¿Se atreve a hacer alguna promesa loca si hay permanencia?
¡No! Yo no soy así. Todo normalidad.