Chukwueze da aire a Setién

La pegada y el desequilibrio de Samu Chukwueze sacó de apuros a Quique Setién, dándole al Villarreal una victoria tras cuatro derrotas seguidas y dejando al Getafe en puestos de descenso, un equipo azulón que se adelantó en el marcador, que mereció más premio y al que el travesaño le privó del empate. Todo ello tras un buen debut de Ramón Terrats, perla del filial amarillo al que llegó cedido del Girona.

El minuto 43 lo recordará Maksimovic y también Portu. En el transcurso de esos 60 segundos pudo quedar resuelto el partido para el cuadro azulón y sin embargo ahí lo empezó a perder. La cosa sucedió así: Djené, a lo Beckham, le colocó un balón al serbio que decía conviérteme en gol, pero su remate no lo ajustó lo suficiente y Reina lo repelió a córner. A la salida del mismo, pelotazo de la zaga para alejar el peligro; Portu iba con ventaja, pero su despeje golpeó en Yeremy, contragolpe que te crío y gol de Chukwueze.

Setién lo celebró como a quien le toca la lotería mientras que Quique se quería morir. Su Getafe tenía hasta ese instante el partido bajo control y al Villarreal nervioso; un equipo que sufría en la salida y en los metros finales no tenía chispa ni desequilibrio ni imaginación. El tempranero gol de Enes Ünal -el turco sí supo aprovecharse del regalo en forma de centro que le hizo Djené para firmar su octavo de la temporada- había puesto el guión al antojo azulón, que estaba bien plantado en La Cerámica, era intenso y mordía. Pero Maksimovic falló, Portu la pifió y el acierto de Chukwueze cambió el rumbo del partido. El gol del Villarreal llegó en una transición rápida, curiosamente en una fría noche en la que en La Cerámica se escuchó algún que otro pito cuando los suyos abusaban de los toques.

El Villarreal salió con otro talante del vestuario. Y ese paso al frente le sirvió para adelantarse en el marcador. Lo hizo tras una acción de clase de Chukwueze, que rompió a Gastón con calidad y velocidad. Su pase de la muerte lo aprovechó Morales. Ese gol dejó tocado al Getafe, si bien, el Villarreal no supo rematar la faena y los azulones, viéndose a tiro de sumar, fueron creciéndose con los cambios de nombres y sistemas de Quique. Borja Mayoral tuvo el empate. El travesaño no quiso firmarlo. Hubiera sido justo, la verdad