César Montes: de ‘cachorro’ a león del área en el Coliseum

El ‘cachorro’ César Montes, como se le conoce en México por la precocidad con la que debutó (18) en la liga de su país, fue el león del área en el Coliseum de Getafe, en su primer partido como titular en la Liga española. El futbolista, que actuó como líbero en una defensa de cinco que jugó la mayor parte del encuentro cerca de su área, se erigió en la mejor medicina para anular los centros laterales del Getafe, que se topó una y otra vez con el central perico de 1,92m y 25 años. Inexpugnable por arriba, defendió sin fisuras ni errores, una gran noticia para un equipo perico acostumbrado a perder la concentración por momentos y quedar penalizado por esos detalles que le llevaron a la zona de descenso después de empatar partidos que tenía en su mano.

Sin ir más lejos, le ocurrió la semana anterior en la que Montes fue partícipe también del desaguisado. Con 2-1 en el marcador, el mexicano debutaba en la Liga en el RCDE Stadium (había sido titular en la Copa ante el Celta) también en una defensa de tres centrales, pero su acoplamiento ya en el tramo final del duelo no fue el mejor y por ese agujero se coló Yangel Herrera para igualar (2-2). El internacional sí pudo sonreír en Getafe: “Estoy muy contento por mi primera victoria, por el esfuerzo del equipo por ganar en un campo tan complicado. Estoy agradecido a la gente por el apoyo. Tenemos que recuperarnos, coger energías, disfrutar de los tres puntos y concentrarnos para la Copa, que es el siguiente objetivo”.

Montes hizo un partido pragmático. El central despejó 14 balones, el que más con diferencia de todo el encuentro: la mayoría de ellos con coberturas a sus compañeros que despejaba de primeras sin contemplaciones o de cabeza en los centros laterales del equipo de Quique Sánchez Flores. El jugador se midió a tres duelos individuales, quizás su talón de Aquiles como se demostró. Salió victorioso en uno de ellos y perdió dos, pero no fue superado porque cometió falta. Una de ellas, a Enes Unal, el costó una amarilla. El único fichaje del Espanyol en el mercado de enero recuperó cinco balones.

Su participación en el juego ofensivo fue testimonial. No era la misión del futbolista, que dejó la salida de balón para Fernando Calero y Leandro Cabrera, quienes estuvieron a sus costados. Realizó solamente 21 pases y perdió seis de ellos, todos desplazamientos en largo, por lo que su índice de acierto fue del 77% y no arriesgó con balones por dentro. Tres semanas después de su llegada, Diego Martínez valoró el pasado viernes, en la previa del encuentro, el acoplamiento del futbolista: “Nos ayudará en el juego aéreo y viene con buena mentalidad. Son centrales de diferentes características pero de unos niveles similares, hay que encontrar la mejor combinación o el mejor encaje en distintos sistemas o tipos de partido. El nivel físico Europa es diferente y tiene su proceso”.