Carles Pérez toca fondo
El extremo catalán se quedó fuera de la convocatoria por decisión técnica el fin de semana y lleva cuatro partidos consecutivos sin participar.
Carles Pérez atraviesa por el peor momento de su carrera deportiva. Su quinta temporada como profesional está siendo un absoluto desastre, tal y como demuestran los números y los hechos. El pasado fin de semana se quedó fuera de la convocatoria de Benítez, una circunstancia que sólo es la gota que colma el vaso del ostracismo. Y es que Carles Pérez nunca había llegado a febrero con tan pocos minutos como este año. El catalán ha tocado fondo en Vigo.
Su ausencia de la lista de convocados en el último partido pone de manifiesto la nula confianza de Benítez en el atacante catalán. El entrenador celeste prefirió llevarse a jugadores con ficha del filial antes que a Carles Pérez para completar la convocatoria. El divorcio entre técnico y futbolista es total, prácticamente irreconciliable. En esta fatal relación hay una fecha clave, el 4 de diciembre, cuando el Celta recibió al Cádiz en Balaídos y Carles Pérez salió como revulsivo al inicio de la segunda parte. El rendimiento del catalán aquel día marcó un antes y un después. El extremo no fue capaz de desbordar en ningún momento a un rival que jugaba en inferioridad y perdió el poco crédito que le restaba.
No obstante, la temporada ya había empezado para Carles Pérez, que se lesionó en la primera jornada frente a Osasuna y recayó contra el Getafe en la jornada 9, el día de su vuelta a la titularidad. En el Celta no están nada contentos con los métodos del catalán, pues no comparten los hábitos que le aconseja su entrenador personal. Además, el cuerpo técnico tampoco está satisfecho con su rendimiento en los entrenamientos. Todo esto, sumado a las malas actuaciones en los partidos, hacen que Carles Pérez sea en estos momentos el último jugador de la plantilla para Benítez.
Tras el desastre ante el Cádiz, Benítez sacó el látigo. Carles Pérez fue suplente en Copa frente al Sestao, donde sólo jugó los últimos 25 minutos y no participó en los tres siguientes partidos de Liga ante Rayo, Granada y Villarreal. El fin de año sirvió para enterrar el hacha de guerra y Carles Pérez regresó a la titularidad contra el Betis, repitiendo a la jornada siguiente frente al Mallorca. Sin embargo, en la isla volvió la marejada. El extremo catalán estuvo totalmente desaparecido y fue sustituido al descanso. Desde entonces, sólo jugó veinte minutos en el duelo liguero ante la Real Sociedad. Vio desde el banquillo los duelos coperos ante Valencia y Real y también contra el Girona en Liga. El último partido liguero, ante Osasuna, ya lo tuvo que ver desde el sofá de su casa. Benítez no lo incluyó en la convocatoria para viajar a Pamplona, un anuncio público del divorcio entre técnico y jugador.
El peor año.
La temporada de Carles Pérez está siendo completamente aciaga también en lo numérico. El extremo ha disputado 511 minutos (439 en Liga y 72 en Copa), lo que significa el peor registro de su carrera deportiva. Curiosamente el mejor año en este aspecto también fue de celeste, pues el curso pasado a estas alturas ya sumaba más del doble de minutos (1.116). Hasta la fecha, el año que menos había jugado era el de su debut en el Barcelona, cuando acumuló 618 minutos entre Liga, Copa y Champions antes de marcharse a la Roma.