Camavinga amenaza a Tchouameni
Fue el pilar del Madrid en La Catedral, con dominio y líder en recuperaciones y despejes. Apunta a repetir papel en el derbi.
Por fin alguien en el Real Madrid ofreció uno de esos partidos que engrandecían a Casemiro. De dominio táctico, solidario, metiendo la pierna sin pasarse de frenada y ejerciendo como tercer central en las situaciones de agobio. Y no fue de Tchouameni, el sucesor designado, sino de un outsider, Camavinga. Un jugador que ha llevado a Ancelotti al límite de su paciencia y al que Carletto bendijo en La Catedral al terminar el partido sin que ni siquiera le preguntaran por él: “Quiero destacar personalmente a Camavinga, el partido que ha hecho ha sido espectacular”.
El francés le echó en Bilbao diez años a su fútbol. Le quitó ese acné que a veces le delata con patadas a destiempo y lo revistió del poso de esos jugadores que han visto de todo. A Ancelotti le gustó ese Camavinga zen que supo navegar entre las altas revoluciones del duelo copero en La Cerámica sin ver una segunda amarilla que podría haber aniquilado la remontada. Camavinga, como David Carradine en Kung-Fu, es un pequeño saltamontes en una travesía a la titularidad que tras atender a los consejos de su maestro ha podido terminar en Bilbao.
Su partido contra el Athletic fue sublime en lo físico (corrió 11 kilómetros en total), lo táctico (fue el tercero del Madrid que intervino en más acciones, con 66) y lo atento, porque lideró el esfuerzo numantino del Madrid en el Botxo con nueve robos de pelota, seis despejes (el que más junto a Nacho) y un tackle, que también sabe. Se apropió de la franja ancha de San Mamés convirtiéndose en un martirio para Sancet, Vesga y Zárraga. Los leones tuvieron que frenarle con infracciones, cinco; sólo a Vinicius le hicieron más faltas (seis). Cama fue un futbolista referencial.
Tchouameni, cerca de volver...
Este partido de Camavinga es una gran noticia para el Madrid y para Ancelotti y no tanta para su compañero y compatriota Tchouameni. Sofocada esa polémica escapada médico-festiva a París, ayer dejó constancia en sus redes de que sí estaba viendo el partido por la tele. Le queda ya poco para volver, tiempo que en el proceso de competencia actual del Madrid (ahí está el resurgir de Ceballos y Asensio) es un mundo...
Camavinga tiene el jueves en el derbi copero otra oportunidad de refrendarse en este nuevo papel de cinco y sobre todo exhibir este nuevo autocontrol en un partido tenso y con futbolistas como De Paul que gustan de hacer el partido canchero. Un poco de incienso y a jugar.
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