Buscando Lamines

Trabajar el talento antes que comprarlo. Una política que el fútbol español ha trabajado más que nunca en los últimos años. Las circunstancias económicas de los clubes unido a una apuesta sólida en los acuerdos de LaLiga con CVC, que incluyen una fuerte inversión en el trabajo de cantera para incrementar el valor futuro de las plantillas, han consolidado la idea de que el desarrollo de talento genera valor de mercado, ahorra costes de fichajes y crea identidad de club. Cuando encima aparecen talentos generacionales como Lamine Yamal, que en apenas dos temporadas se ha situado en la cúspide de la pirámide deportiva y comercial, la idea de apostar por la cantera parece menos arriesgada.

Todos los equipos buscan su propio Lamine. Ya sea para potenciarlo en la élite, como ha hecho el Barça con su joven estrella, como para venderlo por la mayor cantidad posible. Y es que criar talento es una de las maneras más seguras de asegurar ingresos en el futuro. Solo hay que observar lo ocurrido el pasado verano. La venta de Zubimendi al Arsenal fue la más sonada de LaLiga el pasado verano: 70 millones por por la perla surgida en Zubieta. El bético Jesús Rodríguez y el azulgrana Álex Valle marcharon al Como; Fer López, del Celta al Wolves; los centrales criados en la cantera del Valencia Yarek y Mosquera se fueron a PSV y Arsenal y Yéremy y Baena cambiaron el Villarreal por el Crystal Palace y el Atlético, respectivamente.

Además de vender, también se retiene. LaLiga es la competición que más oportunidades concede a sus canteranos, con un 19,8% de los minutos jugados en la temporada 2024-25 frente al 13,5% de la Ligue 1, segunda en el ranking. Movimientos que refrendan una idea: el talento joven español está de moda.

Los nuevas joyas de LaLiga

Lógicamente, por tradición e idiosincrasia, el Athletic es uno de los equipos que más cuida su cantera desde hace décadas, pero desde la aparición de Nico Williams en 2020 nadie ha causado tanto revuelto en Lezama como Selton Sánchez (Durango, 2007). Por movimientos y último pase, recuerda a Pedri cuando el volante canario emergió en Las Palmas.

El centrocampista del Athletic debutó en octubre en LaLiga, en la que ya es habitual ver cada jornada a otros jóvenes talentos como Mendoza, Pablo García y Jan Virgili, entre otros. El centrocampista del Elche es el motor del equipo de Sarabia e indiscutible con la Sub-21. De la Fuente no le quita ojo. Pablo es el revulsivo favorito de Pellegrini y una figura en las inferiores de la Selección. El extremo del Mallorca, por su parte, se ha erigido junto a Muriqi como el jugador más desequilibrante de su equipo con tan solo 19 años.

Joel Roca (Girona), Carlos Espí (Levante), Mella (Deportivo), entre otros, son también grandes promesas que están tirando la puerta abajo de sus respectivos equipos en la élite y que apuntan a ser nombres importantes del fútbol español en los próximos años.

A punto de dar el salto

Las canteras de Atlético y Real Madrid son dos de las más fuertes de España, pero son pocas las veces que se dan las circunstancias para que un jugador de sus filiales pueda dar el salto al primer equipo. Sin embargo, siempre hay nombres en la agenda de ambas direcciones deportivas que se miran con lupa.

En el Madrid, por ejemplo, siguen muy de cerca cada paso de Thiago Pitarch, mediocentro del Castilla. Más abajo también suenan nombres con fuerza como los juveniles Enzo Alves, Bugarín y Company. Por su parte, en el Atlético tienen subrayado en rojo los nombres de Rubén Gómez y Jorge Domínguez.

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