Buen debut de Perrone ante los ojos del Manchester City

El destino y el fútbol protagonizan sus giros paradójicos, casualidades que parecen escritas por una inteligencia superior a la que le gustan las ironías. Máximo Perrone debutaba en Vélez Sarsfield, club que siempre evocará al Turu Flores en Gran Canaria. Su estallido fue tal que la joven promesa, sin dejar de serlo, firmó por el Manchester City tras haber levantado las cejas también del Real Madrid.

Después de disputar poco más de una treintena de encuentros con los fortineros volaba el 20 de enero de este año a Manchester para formar parte del grupo dirigido por Pep, y que unos meses después se coronaba como Campeón de Europa. Sin embargo, su vuelo con la camiseta blue sky apenas contabilizó 18 minutos en la Premier League. A pesar de la marcha de Gundogan al F.C. Barcelona, las expectativas de participación de Perrone en la ciudad mancuniana no justificaban su estancia en el Etihad.

Mientras tanto, a miles de kilómetros, en el Marbella Football Center, Fabio González se resentía ante el Almería, en un partido de pretemporada, de la lesión que sufrió en el encuentro del ascenso y que le obligaba a pasar por el quirófano. Y parar hasta 2024. Todo eso, con Mfulu sufriendo los embates de la malaria. Lo que obligaba a García Pimienta a formar un mediocentro sin futbolistas específicos.

Todo esto precipitó que Luis Helguera rastreara el mercado en busca de un perfil específico y ahí aparece Perrone y la conexión estilística que han colocado a Las Palmas como un destino interesante para equipos como el propio City o el Barcelona. Y ahí cuando aparece lo caprichoso del fútbol y la vida, porque el argentino pudo debutar ante la Real Sociedad, pero un trámite burocrático quiso que lo hiciera ante sus “jefes” en Montilivi y es que la entidad albirroja está participada por City Football Group Limited, dueña del club de Manchester.

No había mejor escenario ni rival para Perrone para arrancar su andadura por España, sabiéndose observado por los dueños de sus derechos federativos. Y en esas circunstancias el argentino dejó destellos a la hora de girarse, de aguantar la pelota y de encarar la portería rival que permiten imaginar las razones de por qué atrajo las miradas de gigantes futbolísticos. Aunque primero tendrá que batirse el puesto ante un Kirian, un interior, que ha demostrado que no le queda grande el traje de mediocentro.