Budimir se desata ante un Betis que pagó caros sus errores

Budimir rompió su larga sequía de cara a la meta contraria: un gol en medio año arrastraba por los campos. En 11 minutos facturó lo mismo que en los 24 partidos previos. Y de su mano, Osasuna subió el peldaño de la euforia en esta antesala hacia la final de Copa. Llega a los 41 puntos y se asegura virtualmente la permanencia dos semanas antes de la cita de La Cartuja. Sigue jugando con una doble baraja en la partida por Europa, en dos competiciones. No ganaba al Betis desde noviembre de 2014, 3-2 en un partido de Segunda, y esta vez lo hizo por todo lo alto, en un festival de goles.

Osasuna y Betis se medían en El Sadar con metas a la vista importantes para ambos. Los rojillos, en caso de victoria, se asegurarían el primer objetivo, seguir en la élite, mientras que los verdiblancos querían acercarse de nuevo a los puestos de Champions. Pero sufrieron un inesperado frenazo.

Comenzó el Betis fuerte, acercándose a la portería defendida por Herrera. Pero los de Arrasate se hicieron rápidamente con el dominio del juego y en el minuto 6, Ante Budimir adelantaba a su equipo tras una gran jugada de Barja. El Betis trataba de recomponerse, pero el cuadro local no le dio opción. En el minuto 11, Barja volvía a asociarte con el punta croata para que repitiera, en este caso, de cabeza, ante una desajustada defensa bética. El ritmo era trepidante y Miranda recortaba distancias sólo cuatro minutos después. Borja Iglesias tuvo el empate tras una mala salida de Herrera. Sin embargo, eran los rojillos los que generaban más peligro, aunque ambos mostraban errores defensivos. El finalista de Copa quería más y al filo del descanso, Moncayola anotaba el tercero para los locales, dejando el partido muy bien encarrilado.

La segunda parte arrancó como acabó la primera, con Osasuna creando peligro en un partido que seguía teniendo mucho ritmo. Los de Arrasate ansiaban el cuarto y los béticos no conseguían rehacerse. Budimir soñaba con el triplete. En el minuto 64 se vivió el momento emotivo de la tarde, cuando Joaquín Sánchez, que esta semana anunció su retirada, saltaba al terreno de juego en medio de una cerrada ovación de la afición rojilla. Cuando parecía que el Betis lo tenía complicado para sacar algo del feudo navarro, en el minuto 69, aparecía Guido Rodríguez para recortar distancias. Había partido. Y, de hecho, pudo pasar de todo hasta el final, pero los puntos se los quedó Osasuna y con ellos certifica prácticamente la permanencia, mientras que al Betis se le complica su sueño de Champions.

Los navarros empiezan a cumplir con eso de hacerse fuertes y fiables en su feudo. Sacaron réditos de la primera mitad para confirmar sus buenas sensaciones a dos semanas de la final de la Copa del Rey. Se puede dar por finalizada la sequía goleadora.