Brian Oliván, la pared maestra sin la que el Espanyol se desmorona

Pocas veces la ausencia de un lateral izquierda tuvo tanta incidencia en el rendimiento y resultados de un equipo de elite como está sucediendo con la baja por lesión de Brian Oliván. Salvo los dos primeros minutos de la visita a Pucela, el pasado 5 de marzo, se ha perdido el zurdo los cinco partidos en que los pericos encadenan cinco derrotas consecutivas. Los que le han condenado a la zona de descenso. Y no estará, como avanzó RAC1, este sábado contra el Betis, un rival ante el que Luis García, que no lo ha podido alinear, encima tendrá que hacer encaje de bolillos por las sanciones de Óscar Gil, Aleix Vidal y Fernando Calero.

El barcelonés, que recaló en el RCDE Stadium el pasado verano con la carta de libertad, procedente del Mallorca, ha jugado siempre que ha estado disponible, es decir, en 23 de las 28 jornadas de esta Liga. Y, casualidad o no, su ausencia en el último mes ha coincidido con la peor racha del Espanyol en toda la temporada. Titular en el Nuevo Zorrilla ante el Valladolid (2-1), cayó lesionado nada más comenzar el partido y tuvo que ser sustituido a los nueve minutos. Un traumatismo en la pierna izquierda por un choque con Gonzalo Plata que no le impidió ir convocado al Bernabéu, pero sí jugar un solo minuto contra el Real Madrid (3-1).

Y, sorprendentemente, convertido el golpe en un edema que le ha podido afectar al hueso ni siquiera en el banquillo estuvo en la derrota frente al Celta (1-3) previa al parón, como tampoco en Girona (2-1) ni frente al Athletic Club (1-2). Una baja que se ampliará a la visita al Betis, este sábado, sin tener segura la fecha de regreso para el siguiente viernes, en el RCDE Stadium, contra el Cádiz.

La incidencia de Brian Oliván está siendo, pues, trascendental en un Espanyol que en su ausencia ha tenido que recurrir a laterales diestros como Óscar Gil y en menor medida a Ronaël Pierre-Gabriel, y en los últimos encuentros de Diego Martínez en el banquillo también a un central, Leandro Cabrera, para una demarcación que es defensiva pero que también se proyecta en ataque. No en vano, acumulaba el exmallorquinista cinco asistencias hasta su lesión. Profundidad en una plantilla exenta de extremos pese a contar con delanteros de altísima capacidad rematadora.

Sin Gil ni Aleix Vidal, sancionados, y con Adrià Pedrosa entrando ya al grupo desde hace días pero sin el ritmo competitivo aún para jugar, un año después de haberse lesionado, dispone en el Villamarín de pocas opciones que no sean meramente imaginativas. La más natural en condiciones normales sería la de Pierre-Gabriel, quien a su llegada en enero se le describió como lateral polivalente, pero su rol ha sido entre irregular y testimonial.

La alternativa ya empleada sería Cabrera. Y, si no, incluso se puede alinear una zaga de tres centrales y carrileros, situando en la banda a un jugador de perfil mucho más ofensivo, pero sacrificado, como Javi Puado. En cualquier caso, la misión que tiene Luis García ante el Betis es conseguir ganar sin Brian Oliván, algo que en esta Liga sólo consiguió el Espanyol en Getafe. Y fue para salir del descenso.