Boyé regresa a los entrenamientos con el ojo morado por el codazo de Kessié

La plantilla del Elche ha dejado atrás la primera fase de la competición con sólo punto sumado de los primeros 18 disputados. El equipo de Francisco es colista y piensa en los dos siguientes duelos, ante Rayo Vallecano y Real Mallorca, como punto de inflexión para intentar iniciar la escalada.

El rostro de los futbolistas todavía reflejaba lo ocurrido en el Camp Nou. Especialmente, el de Lucas Boyé. El delantero argentino, figura destacada de la plantilla, se ha presentado en la Ciudad Deportiva ‘Juan Ángel Romero Isasi’ con el ojo derecho morado como consecuencia del codazo que recibió Kessié, que también le provocó que sangrara por la nariz.

Muñiz Ruiz, árbitro del encuentro, sólo castigó esa agresión con una cartulina amarilla, mientras que tampoco le amonestó en una falta posterior de Kessié sobre John Chetauya. No le tembló el pulso a la hora de expulsar a Gonzalo Verdú cuando agarró claramente a Robert Lewandowski para que no encarara en solitario a Edgar Badia, con Pedro Bigas ligeramente retrasado con respecto a su posición, lo que le dejaba, por centímetros, como último defensor. También expulsó a Francisco por protestar un gol en fuera del Barça.

Los franjiverdes, a los que la pasada temporada sólo les pitaron un penalti a favor, este año van por el mismo camino con los arbitrajes y saben que tendrán que pelear contra este tipo de situaciones, ante equipos de más nombre, para poder salvar la categoría.