Borja García, el último caso pendiente en el mercado del Girona

El verano que le espera a Quique Cárcel no será ni fácil ni corto, como todos, pero el director deportivo ha avanzado trabajo. Ha ido renovando a varios jugadores durante la temporada (Juanpe o Bernardo), ha firmado a Gazzaniga y sellado la continuidad de Aleix o Juan Carlos. Pero, antes del 30 de junio, también puede cerrar una carpeta más, la de Borja García. Un mito, historia viva del Girona, y el único jugador que acaba contrato el 30 de junio. Su futuro, a día de hoy, no está resuelto.

La intención del club no está clara. Al menos, de la dirección deportiva. En su comparecencia al acabar la temporada Quique Cárcel fue voluntariamente ambiguo sobre la renovación de Borja García, dejando todas las posibilidades abiertas: “No cierro la puerta. El mercado es el que es. Valoramos a la gente involucrada en el proyecto. Su rendimiento nos ha aportado. No cierro la puerta a que continúe nadie. Dependerá del mercado”, comentó. Podría resolverse como en el caso de Juan Carlos, otro de los que acababa contrato, que acabó aceptando una oferta a la baja y sabiendo que su rol no será protagonista. Pero tras ocho temporadas de rojiblanco en dos etapas Borja también podría poner punto y final a su idilio con Montilivi.

Para Míchel, en cambio, la posición es más clara: quiere que continúe. Así lo ha manifestado en alguna ocasión, en las que nunca le han faltado palabras de reconocimiento hacia el futbolista. El mediapunta se adapta perfectamente, de hecho, a la idea futbolística del técnico madrileño. Sin embargo su participación este curso no ha sido la deseada. Las lesiones le han lastrado, especialmente en el tramo inicial de la temporada, y no debutó hasta enero. Encadenó diez partidos de titular, pero en el tramo final de campaña se quedó otra vez fuera de la lista de forma consistente.