Bienvenido de nuevo, Isco

La espera fue larga, pero Isco ya está aquí. El malagueño está de vuelta casi tres meses y medio después para levantar a todos en La Cartuja y confirmar que no hay imposibles para él. La lesión que sufrió en verano queda en el olvido y levanta la mano para disfrutar de algunos minutos ante un Girona que no quiere ser ningún invitado de piedra a su fiesta. Pellegrini dictaminará cuánto tiempo puede o quiere jugar su líder. Porque su magia parece estar intacta para seguir siendo una de las grandes atracciones de esta Liga. Desde ese 9 de agosto en Málaga cuando un golpe motivó lágrimas, el fútbol lo espera. Y ese día llegó (sigue el partido en directo en As.com).

Isco suma varias semanas entrenándose mientras cuenta las horas para su reestreno. Todo apunta a que será hoy. Tiene las ansias por ayudar a su equipo mientras sus compañeros festejan que su gran capitán está de vuelta. Quizás para quince minutos. Quizás para el doble. Pero su fútbol amenaza con ser también un huracán en La Cartuja y que la línea de crecimiento del proyecto verdiblanco vuelva a tenerlo como referente. Quiere aliarse con Antony de nuevo. Quiere brillar en su casa y besar a los suyos como ya hizo el pasado año cuando se levantó de la nada. Con sus ojos en el balón. Con la mirada en el Mundial.

El Betis sale del parón con la intención de demostrar que puede dar un paso más en la Liga. Ese sueño Champions, el mismo que ya tocó el Girona la pasada campaña, lo nubla casi todo en Heliópolis. Incluso dejando a un lado la incertidumbre de un entrenador sin futuro definido. Pellegrini tirará de su mejor once antes de mirar al Utrecht y, sobre todo, al Sevilla. Tiene a casi todos listos. A Antony deseando convencer a Ancelotti. A Fornals feliz por un reestreno español. A Cucho soñando con goles que sólo llegaron a medias.

El Girona tomó aire antes del parón y pretende que su inicio de Liga quede ahora en una siempre pesadilla pasajera. Míchel quiere recuperar la valentía de los suyos, la que quizás se vio afectada por miedos que no parecían posibles. Tiene un puñado de bajas, las últimas de ellas las de Lemar y Portu. Vanat quiere sus goles perdidos, Bryan Gil pretende lanzar su guiño de rivalidad al Betis y Ounahi agarra los mandos con su fútbol imprevisible. Las alas del Girona, con Arnau Martínez y el exbético Álex Moreno, amenazan con generar el pánico en La Cartuja. Pero hay una luz que deja toda esa historia a un lado. El fútbol de Isco está aquí. La magia ha vuelto.

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