CELTA

Benítez está contra las cuerdas

El entrenador madrileño ha empezado con mal pie su proyecto en Vigo, con el peor arranque liguero del Celta en los últimos sesenta años.

Quique CurbeloEFE

Al igual que le sucedió en Montjüic hace una semana, el Celta volvió a sufrir una remontada en los últimos minutos de partido, en este caso ante Las Palmas. Por el medio también desperdició la ventaja obtenida ante el Alavés a falta de un cuarto de hora. Benítez tuvo en la mano un pleno de nueve puntos en esta última semana y al final sólo ha sumado uno, lo que agrava su crisis al frente del banquillo celeste. Los números son diáfanos, el último entrenador que firmó un comienzo tan malo fue Carlos Aimar en 1995, motivo suficiente entonces para ser cesado. Además del argentino y el madrileño, otros tres entrenadores tuvieron un bagaje tan malo en las ocho primeras jornadas (una victoria, dos empates y cinco derrotas). Se trata de Pávich (1982), Laureano Ruiz, (1978) y Mariano Moreno (1974). En la centenaria historia del Celta sólo hay dos entrenadores con peor arranque liguero (Miró en 1959 y Scorpelli en 1956).

La mala racha de Benítez comenzó hace justo dos años, cuando dirigía al Everton. Desde entonces sólo ha logrado tres victorias en los 22 partidos que ha dirigido entre el banquillo inglés y el celeste, con cinco empates y 14 derrotas. Es decir, sólo sumó 14 puntos de los últimos 66 que ha disputado. Desde sus comienzos en los años noventa no vivía un momento tan malo. Le sucedió en su segunda temporada en el Castilla (1995-96), cuando sólo consiguió tres victorias en las primeras 20 jornadas, y al año siguiente en Valladolid (1996-97), donde fue cesado tras obtener únicamente dos triunfos en 23 jornadas. Benítez cerró este trienio fatídico con una pronta destitución en Osasuna (1997-98) tras nueve jornadas en las que presento un balance de una victoria, cuatro empates y cuatro derrotas.

La ilusión generada a su llegada a Vigo se ha tornado en decepción por los malos resultados obtenidos y también por la gestión del equipo en las últimas jornadas. Benítez ha quedado señalado por su inmovilismo durante la remontada del Barcelona, su falta de intervención para cambiar la mala cara del equipo ante el Alavés y por no actuar a tiempo en Las Palmas, donde el equipo acusó la fatiga física en los últimos minutos. Además ha tomado decisiones incomprensibles, como sustituir y sentar a Aspas o relegar a Carles Pérez al ostracismo.

Desde el club siempre se ha hablado de una apuesta firme por Rafa Benítez, con un proyecto a tres años vista. De hecho, la futura presidenta, Marián Mouriño, le otorgó más galones en la reestructuración del club. Sin embargo, habrá que ver cuánto tiempo es capaz de aguantar los malos resultados la nueva mandataria celeste. Todavía no ha asumido el cargo y ya se enfrenta a su primera crisis deportiva. La gestión de esta situación marcará el futuro inmediato de la nueva presidenta.

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