Benítez abre una incógnita con Aspas
El técnico sustituyó al moañés al inicio de la segunda parte contra el Alavés y le dejó sentado en el banquillo en el siguiente partido ante Las Palmas.
La situación de Iago Aspas empieza a resultar inédita en el Celta. El moañés lleva una década como estrella y pieza clave del conjunto celeste, además de símbolo de la Liga y uno de los referentes del panorama nacional. Sin embargo, la llegada de Rafa Benítez amenaza el busto intocable del moañés, que sólo ha jugado dos partidos completos en lo que va de curso (Real Madrid y Mallorca) y en la última semana ha pasado de héroe contra el Barça a actor secundario en Las Palmas.
Lo curioso del caso es que Aspas en las primeras jornadas jugó casi todo y sólo era sustituido en los minutos finales. También sucedió así en Barcelona, cuando su salida del campo con 0-2 activa la remontada del Barça. Aquella decisión de Benítez fue muy criticada y desde entonces el técnico madrileño todavía ha menguado más los minutos de su estrella. En el partido contra el Alavés le sustituye al inicio de la segunda parte y frente a Las Palmas le deja de inicio en el banquillo.
La incógnita está en saber qué hará Benítez en el transcendental partido de este domingo frente al Getafe. El entrenador madrileño tiene que elegir entre el moañés, Larsen y Douvikas para componer la delantera y todos le han dado motivos para ser titular. Iago Aspas está entre los mejores de Europa en pases clave, una estadística fundamental para generar oportunidades de gol, mientras que Larsen ya ha visto veces en cuatro ocasiones (dos válidos y dos anulados por el VAR) y Douvikas ha aprovechados sus minutos para sumar dos tantos en su casillero personal. Ahora la pelota está en el tejado de Benítez, aunque dejar otra vez en el banquillo a Aspas sería una decisión difícil de explicar y generaría mucha controversia entre el celtismo.
La continuidad de Rafa Benítez no está por ahora en cuestión, aunque un nuevo tropiezo en casa frente al Getafe dejaría la imagen del madrileño muy tocada. El equipo está en puestos de descenso, todavía no ha ganado en Balaídos, donde sólo suma un gol a favor y fue en propia meta, y ha firmado el peor arranque liguero de los últimos sesenta años. La apuesta de Marián Mouriño por Benítez fue decidida en verano y por ello se le concede mayor crédito, aunque no tiene cheque en blanco, tal y como admitió el propio entrenador en su última comparecencia de prensa.