Barça-Girona: contexto de una relación tirante
El interés por Aleix García se une a un verano tenso en el que el alcalde de Girona criticó abiertamente al club azulgrana (“se irá haciendo pequeño”) después del fichaje de Oriol Romeu. El reciente 2-4 también dolió en Can Barça. Los ‘gironís’ les robaron ese día el relato. El Barça también sigue a Savinho.
El interés del Barça por Aleix Garcia, jugador con contrato hasta 2026 y con 20 millones de euros de cláusula, se enmarca en un clima enrarecido en la relación entre dos clubes históricamente hermanados que, por ciertos detalles, están atravesando por serias tiranteces. Dentro del club azulgrana admiten que el centrocampista de 26 años gusta, pero también que su fichaje en el mercado de invierno es difícil por las estrecheces económicas del Barça.
La noticia, acabe cuajando o no, es material sensible y altera la paz del Girona, que está firmando una temporada histórica en la que comparte el liderato de LaLiga con el Real Madrid, con 45 puntos, siete más que el Barça, al que arrasó en el Lluís Companys en un partido que dolió mucho en la institución azulgrana. No fue el qué, sino el cómo. Podría decirse que el Girona le robó el relato del buen fútbol al Barça; y ya se sabe las conexiones que van más allá de un club cuyo CEO es el Girona y está conectado con el Manchester City a través de su grupo inversor, el City Group, cuyo CEO es Ferran Soriano, uno de los miembros de la brillante primera Junta directiva de Laporta que cerró el círculo virtuoso con el doblete de 2006. Soriano se marchó de la Junta de Laporta como otros muchos. Sandro Rosell y Marc Ingla entre ellos.
Este verano ya saltaron chispas entre Barça y Girona cuando el director deportivo del club blanc·i·vermell, Quique Cárcel, tuvo constancia a espaldas suyas del interés del club azulgrana por Oriol Romeu. La manera de comportarse de la dirección deportiva azulgrana, comandada entonces por Matey Alemany (con Deco ya trabajando en la sombra), sorprendió y disgustó en Girona. El asunto saltó a la política. El alcalde de Girona, Lluc Salellas, sorprendió a todos cuando dijo: “El Barça que haga, que se irá haciendo pequeño”. Un mensaje directo que fue contestado por la vicepresidenta del área social, Elena Fort, nada más aterrizar en Los Ángeles, donde el Barça empezaba su gira. “No entendemos demasiado sus declaraciones. Con todo el respeto, el Barça siempre tiene la mano extendida hacia el Girona y su gente En este caso, se trata de un chico que quiere volver a casa. No buscamos ninguna confrontación con nadie, todos representamos a Cataluña y todos estamos en el mismo barco”. El Barça ha seguido monitorizando jugadores del vecino. Por ejemplo, el brasileño Savinho.
Las relaciones con el Girona son excelentes”, dijo Elena Fort en julio. La realidad, sin embargo, es otra. La operación Oriol Romeu escoció en Girona, y pese que los clubes tienen cesiones en común (Eric Garcia y Pablo Torre están a préstamo a las órdenes de Míchel; y el delantero Pau Víctor juega en el Barça Atlètic cedido por el Girona), con Aleix García el Barça ha tocado un material sensible que no va a hacer ninguna gracia en Girona; y que, en caso de afectar a la trayectoria liguera del colíder, va a levantar ampollas.
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