ELCHE-VALENCIA

Baraja vuelve a Elche, su banquillo de partida en el fútbol profesional

El entrenador del Valencia se estrenó como técnico en el club del Martínez Valero, en uno de los momentos más complicados de la historia de la entidad.

FITO GONZALEZDIARIO AS

Rubén Baraja regresa al Martínez Valero de Elche, estadio en el que se estrenó como entrenador en el fútbol profesional hace ocho años. El ahora técnico del Valencia realizó un gran trabajo en tierras ilicitanas, coincidiendo con uno de los peores momentos históricos de la entidad franjiverde.

Baraja fichó por el Elche tras confirmarse el descenso administrativo a Segunda División, en el verano de 2015. Llegó de la mano del valenciano Juan Anguix, que duró 92 días como presidente y tuvo tiempo para contratar a un entrenador, un mánager deportivo (Javier Cabello) y cuatro futbolistas: Isidoro, Hugo Álvarez, Alberto Perea y Álex Felip. En aquella plantilla apenas quedaba algo de lo que había sido, meses antes, el paso por la Primera División.

El ‘Pipo’ trabajó codo con codo junto a Ramón Planes, que fue el director deportivo contratado por la directiva de Juan Serrano, para rearmar el vestuario. Llegaron futbolistas como Álex Moreno, Javi Jiménez, Armando Lozano, José Antonio Caro, Álex Martínez, Mandi, Nono, Nikos Vergos o Héctor Hernández. Un grupo sin estrellas. Ni había dinero ni tampoco garantías en un club que se tambaleaba en Segunda División y que a punto estuvo de caer a Segunda B por impagos.

Algunos de los mejores refuerzos llegaron con los jugadores que se reincorporaron al club tras sus respectivas cesiones, como Sergio León, que con Baraja fue máximo goleador en Segunda División; Cifu, Pelayo, Liberto o el canterano Álvaro Giménez. El Elche logró la salvación anticipada con diez jornadas de margen. Entonces se animó a quitarse el corsé para intentar llegar al playoff, meta que no alcanzó. En ese tramo final, sólo ganó un partido, empató seis y cayó en tres duelos para acabar undécimo, con 57 puntos.

Baraja se caracterizó por su rigidez defensiva, con un sistema definido por el 1-4-4-2. Se adaptó a la plantilla que tenía, consciente de sus limitaciones, y cuando se quiso cambiar al guion no dio para más. Al término de esa temporada decidió no renovar y cambiar de aires. Juan Serrano, que fue su presidente durante esa temporada, recuerda de Baraja que “llegó un poco preocupado por toda la situación que estaba viviendo el club, con el vacío de poder que reinaba”. “Estuvo esperando para ver quién venía al club y le dijimos que iba a seguir sin problemas”, asegura el exdirectivo ilicitano.

Serrano destaca de Baraja que “toda la plantilla era nueva” y que, por ello, “su trabajo fue muy bueno en el Elche”. “El trato con Baraja fue muy correcto y formal, sumado al trabajo que realizó junto a Ramón Planes, una persona extraordinaria, que vivía y conocía muy bien el fútbol”, apunta. Ahora la tarea de Baraja sigue siendo complicada, con un Valencia en descenso y que en Elche se jugará algo más que tres puntos.

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