BARCELONA 3-REAL MADRID 0

Aprobados y suspensos del Real Madrid: pena máxima para Vinicius

El brasileño se topó con el larguero en tres ocasiones, una de ellas de penalti. Carvajal y Tchouameni también tocaron madera. Kroos apareció señalado en un tramo final que coloreó el Clásico de azulgrana.

Kevin JairajUSA TODAY Sports via Reuters Con

No hay Clásico amistoso. No lo fue el de Las Vegas ni lo ha sido el de Dallas. Tensión desde el pitido inicial, ocasiones, polémica... El cóctel que define un Madrid-Barça en el diccionario. Duelo de poder a poder cuyo resultado (3-0) no refleja lo ocurrido. El Barça comenzó mandón y aprovechó ese tramo para desnudar la defensa blanca a balón parado con un chut de Dembélé. Vinicius lo intentó, hasta de penalti, pero hasta tres veces apareció el travesaño en su camino. Rodrygo brilló pero no materializó y Tchouameni también soltó un latigazo tremendo que repelió el larguero. Y entre tanto ‘uy’, Fermín, el canterano del Barça, que mató el partido con un tanto brillante tras error grosero de Kroos y una asistencia a Ferran. Aún así, baño de realidad a un equipo blanco que venía lanzado.

Courtois: Primer partido de la pretemporada para Courtois que empezó con susto y desgracia. Primero, un zapatazo de Oriol Romeu al larguero ante el que nada podía haber hecho. Después, tanto de Dembélé muy ajustado al palo largo. No hubo milagro, pero sí al final de la primera parte cuando le sacó un mano a mano imperial al francés.

Carvajal: Mucha batalla, ejemplificó que no hay Clásico amistoso. Controló bien a Balde en la primera parte, que no llegó a crear excesivo peligro, pero en la segunda el lateral azulgrana percutió más. Ello provocó que apareciera menos de lo habitual en campo contrario y la mayoría de los centros al área llegaron por el costado contrario. Eso sí, rozó el gol en una jugada que acabó con doble madera, primero de Vini y luego del leganense. Protagonizó varios piques y se llevó una amarilla por protestar una acción en la que Araújo se reincorporó al juego sin permiso. Providencial en una jugada con Lewandowski en el segundo tiempo.

Militao: Atento, Militao consiguió que Lewandowski no brillase. En el cuerpo a cuerpo, el brasileño se encuentra cómodo. También ayudó que tras el arreón inicial, el Barça rebajó las revoluciones y se encargó más de estar a la expectativa para tratar de percutir al hueco. En el tramo final se vio superado cuando el Barça llegó en superioridad.

Alaba: Mejor arriba que abajo. Dembélé fue un dolor de muelas y en la jugada ensayada del primer tanto, el agujero apareció en una zona que Mendy y Alaba deberían haber controlado mejor. Con el balón sí que fue el Alaba seguro que acostumbra y dejó un centro muy bien templado que Bellingham estuvo cerca de embocar.

Mendy (44′): Revés importante para Ferland, que se retiró lesionado con problemas en el muslo derecho. Hasta entonces había subido la banda y colgado algún centro prometedor, aunque en campo propio sufrió contra un Dembélé efervescente en la primera parte.

Valverde (58′): Si hay alguien fijo en ese centro del campo superpoblado es Valverde. El Halcón equilibra y además deja destellos, como un fenomenal balón filtrado a Bellingham tras el que Jude no estuvo afortunado. Trató de aparecer en el balcón del área y probó suerte en un par de ocasiones, pero el fusil no estuvo calibrado.

Tchouameni: Tchouameni gana peso. Apuesta importante la de Ancelotti por la pareja francesa en lugar de Modric y Kroos de inicio. Aurélien está a un gran nivel y, aunque en los minutos iniciales sufrió la posesión constante de un Barça muy mandón, ganó presencia con los minutos y parte del crecimiento blanco vino por esa mayor estabilidad en la sala de máquinas. Soltó un latigazo tremendo que impactó con el larguero y trastabilló las conexiones del Barcelona. Gran actuación.

Camavinga (58′): Confirmado como interior en un once que se olfatea de gala para Ancelotti. Camavinga fue Camavinga en estado puro. Para lo bueno -presión, gran capacidad para incomodar y rocoso en el duelo-, pero también para lo malo -esa intensidad mal medida le llevó a llegar tarde en alguna ocasión y casi lesionar a Araújo-. Se le ve cómodo junto a Tchouameni, algo que el año pasado no ocurría. No fue su encuentro más brillante.

Bellingham (72′): Menos clarividente en la primera parte que ante el Milan, pero un no parar constante. Bajó a recibir para ayudar en la construcción y ayudar defensivamente -salvó un balón en un córner que parecía colarse-, la pidió y llegó con potencia desde atrás. No obstante, tras un gran pase de Valverde al hueco no consiguió sacar petróleo cuando estaba en ventaja en área azulgrana. Se diluyó con el paso de los minutos en área contraria a pesar de los destellos y la buena actitud.

Rodrygo (83′): Mucha presencia y movilidad. Al de Osasco le faltó el gol y no fue por no intentarlo. Su primer tanto con el Madrid llegó de falta en una pretemporada (ante el Bayern, en el NRG de Houston) y a punto estuvo de repetir en la presente. Pero su rosco se topó con una estirada a mano cambiada. Y en el tramo final del primer tiempo, de nuevo el muro alemán amargó el gol a Rodrygo. En la segunda parte se encargó de percutir y desbordar. El mejor madridista del Clásico.

Vinicius: Vinicius se topó con un muro... y contra el larguero. Como siempre trató de desequilibrar, aunque entre Koundé y Araújo le contuvieron relativamente bien y sus intentos de disparo acabaron en una nube de piernas. Hasta que llegó la gran ocasión. Penalti. Vini los había ensayado en los entrenamientos. Salió cruz, pues se topó con el larguero. Igual que en un córner embarullado donde incluso celebró, pero el chut del brasileño tocó en la línea. Su posición centrada hizo que se olvidara de la banda, donde más peligro genera. Fue un Vini ofuscado. Aún así, siempre fue hacia arriba. Rozó el empate en un contragolpe y el 2-1 tras hacerle un traje a la defensa blaugrana y toparse, por tercera vez, con el travesaño.

También jugaron

Fran García (44′): Como Mendy, le tocó bailar con Dembélé y le encontró pronto las cosquillas. Sufrió, peor con la salida del campo del francés estuvo menos exigido. En ataque rompe líneas gracias a su buena conducción de balón y eso es oxígeno para el Madrid cuando está sobre el campo.

Modric (58′): Tremenda la ovación que le dedicó el AT&T al croata. Carletto buscó con el ingreso conjunto de su pareja eterna más magia en los metros finales y menos vértigo. El Madrid controló mucho mejor la segunda parte, pero el tanto de Fermín mató el duelo.

Kroos (58′): El que nunca falla, falló. En la salida de balón cometió un error en la conducción y la pérdida originó el 2-0, cuando parecía que el empate tintineaba con más fuerza. También salió en la foto del 3-0. Mal día para el alemán...

Joselu (72′): Su entrada redibujó el esquema al 4-3-3. Conectó un cabezazo franco que se marchó por centímetros.

Brahim (83′): Importante que en un partido casi oficial, con solamente cinco cambios, Brahim fuese uno de ellos. Sin tiempo.

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