Aprobados y suspensos del Pucela: Tímidos y errados

El Real Valladolid sumó una nueva derrota fuera de casa, otra vez, tras mostrarse tímido y errado. Aunque lo primero lo solucionó en algunos momentos de la primera parte, no terminó de mostrar la ambición ni los argumentos para atacar mejor a un Sevilla pobre. Para más inri, cometió errores ya recurrentes de falta de contundencia y en las entregas, que acabaron regalando los goles al rival.

Hein: Sacó con una buena parada un remate de Ejuke en una transición. El Sevilla le buscó un poco más que en la primera parte. Salvó el segundo gol achicando espacios ante el disparo de Peque.

Luis Pérez: En la primera parte, corrió como alma que lleva el diablo para llegar al último tercio, aunque el equipo no pobló el área para aprovechar sus centros. No acabó de imponerse a Barco.

Cömert: Dio un pase absurdo en horizontal que Iheanacho no aprovechó. Ilustrativa su pasividad en la jugada que termina con el tanto de Peque. Un error suyo en la marca pudo terminar en otro gol de Peque.

Torres: Intentó no complicarse mucho con el cuero, lo cual, visto lo de otros, ya fue un logro. Realizó hasta ocho despejes y bloqueó tres disparos, aunque no dio la sensación de llegar a resolver.

Lucas Rosa: No está fino en la entrega que desencadena el gol de Peque. Se precipitó a veces con el cuero y, aunque se esforzó en labores defensivas, estuvo en la línea floja de los demás.

Mario Martín: Actuó como interior, aunque muy próximo a Juric. Cometió una pérdida grave y, justo a continuación, se jugó un penalti. Fue, con todo, de menos a más. La ruleta previa a la asistencia es deliciosa.

Juric: Acumuló balón en la primera mitad y estuvo bien, con solo dos pases fallados y unas cuantas acciones defensivas de valor. Estuvo menos preciso en el segundo tiempo.

Kike Pérez: No está bien perfilado en la acción de la que arranca el 1-0. Fallón en los pases, cometió también pérdidas. Su último servicio fue el gol del empate, estirando la pierna para rematarla lejos.

Machis: Dejó la banda con frecuencia para Luis Pérez. No estuvo atinado con el esférico (más bien todo lo contrario). Sumó una nueva titularidad sin ofrecer nada.

Amath: Prácticamente ni la olió. El Pucela jugó más por el otro lado y no conectó con él. Sorprendentemente, fue el único cambio al descanso.

Marcos André: Descolgándose tanto, intervino más que otras veces, pero dejó el área despoblada. Robó bien en último tercio, pero no se atrevió a disparar en la jugada en la que Latasa se trastabilló.

También jugaron en el conjunto de Paulo Pezzolano:

Iván Sánchez: Rozó el gol en un disparo de falta directa que despejó por arriba Nyland. Fallón y sin la pausa que puede dar con balón, falló también en los centros.

Moro: Apenas pudo intervenir por las buenas ayudas defensivas del Sevilla. Puede parecerlo a veces, pero no es un superhéroe...

Latasa: Le costó moverse y hacerse sitio en la jugada en la que Marcos André le habilitó. Ganó duelos, pero debe dar más.

Meseguer: Cometió el gravísimo error que aprovechó el Sevilla para marcar el segundo gol.

Sylla: Entró cuando el equipo recibió el segundo. Tocó dos veces el balón y ninguna bien.

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