ATHLETIC 3 - REAL VALLADOLID 0

Aprobados y suspensos del Pucela: Castigado y sin reacción

El Real Valladolid volvió a dejar una mala imagen a domicilio, sin fe después de sufrir varias decisiones arbitrales controvertidas y por debajo en el marcador.

Miguel ToñaEFE

El Real Valladolid cosechó una nueva derrota fuera de casa, donde muestra una imagen muy diferente a la que ofrece en Zorrilla, al verse superado por un Athletic al que le sonrieron varias decisiones arbitrajes controvertidas, por lo menos, la del penalti no pitado por mano de De Marcos. Al margen de la infracción no señalada, los blanquivioletas mostraron ser inferiores a un rival al que, sin fe al verse por debajo en en el marcador, no pudieron incomodar.

Masip: Detuvo la primera intentona clara del Athletic, pero Guruzeta cazó el rechazo para hacer el 1-0. Poco después, evitó el segundo de Nico Williams. Vivió una noche amarga, en la que acabó realizando tres paradas, pero no pudo hacer nada para encajar otros tres goles.

Fresneda: En el inicio, apareció bien para corregir a las espaldas de Feddal en dos ocasiones. Veloz en ese tipo de acciones incluso emparejándose nada menos que con los Williams. Se vio sumamente exigido en defensa en su vuelta a la titularidad. Arriba no pudo ofrecer mucho.

El Yamiq: No llegó a anticipar en la jugada del gol, en la que acaba poco tenso favoreciendo el rechazo de Masip. Precipitado en alguna jugada, cometió pérdidas que el Athletic aprovechó para correr. No pudo tapar el buen disparo de Guruzeta en el 2-0.

Feddal: Generó una buena ocasión de Guardiola con una anticipación y pase largo. Corrigió un regalo de El Yamiq que permitió correr a los bilbaínos. No pudo tapar el buen disparo de Guruzeta en el 2-0. Cada carrera con Iñaki Williams fue un sufrimiento.

Olaza: Culebreó en la cal en la primera subida que tuvo. Iñaki Williams le ganó la espalda en la acción anulada que concluyó con gol. Las pasó canutas con el internacional ghanés. El VAR metió el miedo en el cuerpo con una revisión por una posible mano suya.

Plata: Pugnó con De Marcos en la jugada en la que, con o sin pitido del árbitro, el lateral tocó el balón con la mano en lo que debió ser penalti. Más allá de un inicio prometedor, como el del equipo, estuvo gris e, intrascendente, terminó siendo sustituido en el segundo tiempo.

Monchu: Desbordado, incapaz de contener las oleadas del Athletic. Dio la sensación de que pasaban demasiadas cosas a sus espaldas sin que fuera capaz de frenar esas acometidas. Estuvo más flojo que en sus anteriores titularidades y fue cambiado en el segundo periodo.

Kike Pérez: Tuvo algún tímido momento de sujeción de balón, pero le pasó lo que a Monchu, que le costó recuperar metros. Reapareció al final con varios gestos técnicos que no supusieron ni el acicate. Desacertado con el cuero en los pies, en la línea del resto del equipo.

Narváez: Le costó demasiado llegar con De Marcos en el repliegue. Poco tenso, permitió un centro de Nico Williams que acabó en un gol de su hermano, aunque en fuera de juego. Recibió varias faltas que, además, le impidieron progresar en ataque. Oportunidad al limbo en su debut como titular.

Sergi Guardiola: Sorprendió galopando por la derecha nada más empezar el partido. Cruzó demasiado un disparo al cuarto de hora. Bregó y enredó con la zaga como tantas otras veces, pero el resto del plantel no fue capaz de activarle. Fue de lo mejorcito.

Weissman: Tuvo dos ocasiones en los dos primeros minutos de juego. Se le vio un tanto lento en alguna que otra acción. Se esforzó en labores defensivas con algún que otro despeje, pero prácticamente desapareció. Fue el único sacrificado al descanso.

También jugaron en el conjunto de Pacheta:

Aguado: El equipo pidió falta de Vesga al mediocentro en el origen del segundo gol (y lo pareció). También le costó ajustar en lo que pasaba a sus espaldas. Cogió los mandos del esférico en una suerte de faena de aliño, ya que el marcador desfavorable pesó demasiado.

Iván Sánchez: Alejado de su zona de influencia mayor, pero acabó siendo uno de los jugadores que más intervino con el cuero sumando apenas media hora. No llegó a generar peligro.

Óscar Plano: Mostró muy poquito, quizás, porque cuando entró, aunque quedaba tiempo para una reacción, ya estaba todo decidido. No incidió en tres cuartos como otros días.

Sergio León: Sufrió la falta de fe general, puesto que en más de 20 minutos apenas pudo tocar tres balones.

Lucas Rosa: Pinturero, dejó varios detalles técnicos de cara a la galería actuando como extremo. Le leyeron bien las intenciones en un par de intentos que tuvo de romper la última línea.

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