Aprobados y suspensos del Pucela: 22 minutos y una ‘dimisión’

El Real Valladolid volvió a dimitir en un partido lejos de Zorrilla y lo hizo en un escenario en el que, hacerlo, se paga. Después de 22 minutos de buen nivel, el cuadro blanquivioleta volvió a dimitir y recibió seis goles, que pudieron se rmás, ya que el Real Madrid tiró 17 veces entre los tres palos.

Asenjo: Respondió bien, con un paradón, al disparo de Benzema en el ecuador del primer tiempo. Impreciso en la salida del 2-0. A cambio, achicó bien espacios ante Vinicius en la siguiente. Evitó el ‘set’ en una arrancada de Lucas Vázquez, pero lo propició luego con otro error en la salida.

Fresneda: Realizó cinco recuperaciones en los primeros 20 minutos, en los que dio la sensación de ir en camino de otra gran actuación ante Vinicius. Pronto empezó la cadena de desastres generalizados, que, en su caso, le llevaron a cometer errores de posición, como en el gol de media tijera de Benzema, o de tensión, en un error que casi penaliza ‘Vini’.

Joaquín: El disparo al palo de Rodrygo viene de un error suyo en el despeje, una de tantas acciones defensivas en las que no estuvo limpio. Fue regateado en hasta tres ocasiones, prueba de que, como los demás, se vio desbordado. Adoleció de tensión en alguna jugada.

El Yamiq: Debió despejar el centro que terminó en el 2-0, aunque Sergio Asenjo dejó su salida a medias. Ofreció bastantes más dudas de las que acostumbra en un escenario poco dado a perdonar al dubitativo. Estuvo mejor con balón, igual que Joaquín, aunque no sea eso mucho decir.

Lucas Rosa: Hizo una buena dejada para que Monchu acariciara el gol. Sufrió mucho a Lucas Vázquez, en parte por su altura en el terreno de juego y en parte por la alta de ayudas. Se jugó el penalti en una acción con Militão. Se expuso demasiado él mismo, con una posición que corrigió tras el descanso.

Hongla: Sufridor y atropellado. No empastó porque el castillo de naipes cayó a su alrededor y no pudo llegar a todo lo que sucedía a la espalda de Roque Mesa o cuando Monchu se inhibía atrás. Estuvo correcto con el cuero, aunque no acabara de participar en demasía.

Roque Mesa: Apareció en el área para disparar al palo a los diez minutos, en una acción prometedora en la que definió el rol de llegador que debía tener. No llegó a hacer la falta a Asensio, quizás, a una altura demasiado elevada. Superado, fue sustituido al descanso.

Monchu: Definió desviado, por poco, en una aparición en campo rival en los primeros compases. Todo lo prometedor de esa jugada se perdió, como él, con el correr de los minutos. Actitud absolutamente pasiva, imperdonable, en el gol anulado y en el quinto tanto del Real Madrid.

Luis Pérez: Profundizó por derecha la para habilitar a Roque Mesa en su disparo al palo. El Real Madrid castigó su pérdida ante Camavinga en el 1-0 y ahí se acabó la historia. Fue sacrificado al descanso después de diluirse, como otros muchos.

Plata: Pareció que, cuando corría, el Bernabéu se le hacía tres estadios en uno, quizás debido a que, cuando aparecía en zonas de ataque, tenía demasiados metros que abarcar, ocupando una posición más centrada. Pese a ello, dio cuatro pases clave y fue uno de los jugadores más atinados con el cuero.

Sergio León: Batallador, pero a medio camino de todo. Ni terminó de aparecer en el área, ni terminó de ganar duelos, ni terminó de presionar... Lejos de ser el principal responsable de lo sucedido, pero no se revolvió ante su reciente situación, en la que ha quedado en un segundo plano tras Larin.

También jugaron en el conjunto de Pacheta:

Kike Pérez: Nada más saltar al verde, acomodó bien el cuerpo para disparar al palo. Dio once pases buenos de doce, aunque tampoco impactó en demasía.

Aguado: Voluntarioso, otra vez saliendo desde el banquillo, postergando el ‘Expediente X’ de la temporada. De lo más aseado.

Óscar Plano: Poco acertado en las ocasiones que tuvo el esférico, lejos de las zonas de peligro.

Torres: Actuó otra vez como lateral, por la lesión de Lucas Rosa.

Amallah: Volvió a tener minutos después de su lesión.