Aprobados y suspensos del Celta: tan valiente como frágil

Guaita: Transparente en el último gol. La definición de Cheddira era parable, al contrario que los remates de los otros dos tantos. Voló para sacar un derechazo de Jofre que iba a la escuadra.

Javi Rodríguez: De más a menos. Muy activo en el arranque del encuentro, se quedó a medias entre tirar y centrar en la primera llegada peligrosa del Celta al área rival. Providencial para evitar que un pase de la muerte llegara a Puado. Desapercibido tras el descanso.

Starfelt: Se le vieron las costuras con la velocidad de los locales a la contra. En la primera parte lo desbordó Cardona en la acción que desbarató Javi Rodríguez y en el 3-1 se le escapó Cheddira. Irrumpió en ataque con una tremenda conducción hasta el área perica.

Marcos Alonso: Correcto sin más, tanto en defensa como con el balón. Supo gestionar la tarjeta amarilla que vio en el minuto 35. Se le marchó alta una volea dentro del área.

Mingueza: El más desequilibrante de su equipo. Empezó como interior derecho y con ese rol filtró dos buenos balones. El experimento duró media hora y como carrilero diestro fue una amenaza constante para los pupilos de Manolo González. Puso varios centros peligrosos y provocó el penalti.

Damián: Flojo. La escasez de minutos en las últimas semanas le pasó factura en una sorprendente reaparición en el once. Déficit de agresividad.

Ilaix Moriba: El mejor del Celta pese a su grave error en el 1-0. Se quedó a medias agarrando a Cardona para cortar el contragolpe y el francés sacó el fusil. Esa falta de oficio no afectó a su exhibición física y técnica en la medular. Se le marchó por poco un misil que lanzó en el inicio de la segunda mitad.

Hugo Álvarez: De héroe de la película ante el Barcelona, a una tarde para olvidar contra el Espanyol. Como carrilero-extremo zurdo, concedió la primera gran ocasión del partido al perder la marca de Jofre. Su defectuoso remate dio origen al contragolpe del 1-0. Sustituido en el intermedio al estar amonestado. No fue su día.

Bamba: Desorientado. Empezó muy abierto en la banda derecha, después pasó al enganche por ese mismo costado, tras el 1-0 se mudó al otro perfil y la segunda parte la disputó por completo como carrilero por la izquierda. Se le escapó Jofre en la primera jugada tras la reanudación y en ningún momento tuvo controlado al atacante blanquiazul. Espeso en el desborde y en los centros.

Iago Aspas: Brillantez sin continuidad. Le costó encontrar su sitio moviéndose por detrás de Douvikas en la primera media hora. A partir de ahí, asumió más protagonismo y dejó destellos de su calidad. Marcó de penalti.

Douvikas: No funcionó como titular, una vez más. Se fajó como pudo frente al pegajoso y duro marcaje de Kumbulla. Descargó balones de espalda y poco más. Reemplazado en el paso por vestuarios.

Swedberg (por Hugo Álvarez): Sin alas. Salió a dispuesto a volar, pero no tardó en estrellarse contra el muro blanquiazul.

Borja Iglesias (por Douvikas): Lejos de su mejor versión. Sin ocasiones y sin chispa.

Hugo Sotelo (por Damián): Pese a no estar demasiado inspirado, con su descaro intensificó el dominio céltico.

Alfon (por Ilaix Moriba): Se enchufó muy rápido al encuentro como enganche por la derecha.

Manquillo (por Marcos Alonso): Lesión con mala pinta. Tejero cayó encima de su tobillo y el defensa celeste, que estaba ejerciendo de central por la izquierda, no pudo seguir jugando. Sufre un esguince de alto grado.

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